Durante las cuatro campañas posteriores a la temporada recortada por la pandemia, un reducido grupo de equipos ha dominado la inversión en peloteros de la agencia libre.
Al llegar la temporada baja de las Grandes Ligas, el tema que domina la conversación con respecto al béisbol profesional de los Estados Unidos es el arranque de la agencia libre. Dónde jugarán los principales agentes libres siempre atrae a los fanáticos, pensando en quién pudiese reforzar a sus escuadras para el año siguiente, así como a periodistas, medios, conocedores y personas relacionadas con MLB, por la forma en la que el negocio se reestructura cada año.
Los equipos son los principales interesados en monitorear los movimientos de la agencia libre, tomando en cuenta su planeación, las necesidades que tienen y sus presupuestos. Sin embargo, invertir más o menos dinero puede ser la diferencia entre quedarse con el mejor agente libre en un año determinado o perderlo y tener que recurrir a un plan B. Desde la temporada recortada por la pandemia del COVID-19, hemos visto a ciertos equipos volverse mucho más agresivos en la agencia libre con la finalidad de amasar el mayor talento disponible, dejando de lado, por momentos, la cautela a la hora de gastar dinero.