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Red Bull, sin Adrian Newey, podría perder su estatus de equipo Top

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Adrian Newey, ¿su proposito es hacer campeón a Aston Martin o a Lance Stroll? (2:34)

Con la llegada de Adrian Newey a Aston Martin surgen varias dudas de cuál es el proposito del histórico ingeniero con el equipo y cómo se decidió a no aceptar la oferta de Ferrari. (2:34)

Red Bull presentará en 2025 el primer auto que no ha sido diseñado por el genio Adrian Newey y esto podría llevarlo lejos de la elite en F1.


Red Bull presentará en 2025 el primer monoplaza, desde 2006, que no ha sido diseñado por Adrian Newey y, luego de lo visto en 2024 podría significar la caída de la escudería fuera de grupo de equipos Top de la Fórmula 1.

Newey, quien fuera director técnico de Red Bull Racing, es el arquitecto que trazó en su restirador a punta de lápiz los exitosos RB6, RB7, RB8, RB9, RB16B, RB18, el rompe récords RB19 y el problemático, pero al fin y al cabo campeón de pilotos RB20.

Ese genio emigró, en la búsqueda de mantener su conciencia tranquila, hacia Aston Martin, donde solamente Lawrence Stroll tiene mayor jerarquía que él y su salida representa el golpe más fuerte en la joven historia de Red Bull.

Christian Horner, a la postre uno de los culpables de la salida de Newey, dijo en el podcast de Tom Clarkson “Beyond the Grid” que la contratación de Adrian había sido la más importante de las que había hecho desde que Red Bull Racing nació y empezó a competir en 2004.

Y Horner es responsable de la fuga del más grande talento técnico que haya dado la F1 en los últimos 25 años, porque su liderazgo se debilitó y su estatura como jefe del equipo quedó en entredicho cuando un escándalo de mal comportamiento sacudió al equipo de Milton Keynes.

Lucha interna, codazos, rasguños y muchos golpes bajos entre Horner, el consejero Helmut Marko y Jos Verstappen padre del piloto estrella, del mismo apellido, pero de nombre Max, ahuyentaron al apacible Newey, hombre que trabaja sí, con un enorme sueldo, pero por el gusto de convivir en un ambiente alejado de intrigas, justo lo que lo llevó en su momento a dejar hace 20 años al poderoso McLaren para unirse al naciente Red Bull.

La magia se acabó entre los toros rojos y la sangría de no contar con Newey se notó desde el primer día que el inglés dejó de intervenir en el desarrollo del RB20.

En reciente entrevista publicada en Auto Mund und Sport y realizada por el veterano periodista, Michael Schmidt, Adrian Newey se sinceró, no sin cierto pudor, sobre su salida de Red Bull y su visión de lo que pasó una vez que él estuvo afuera.

Palabras más, palabras menos, Newey dijo que no se habría sentido a gusto consigo mismo si hubiera seguido en Red Bull, eso por la parte personal, en cuanto a la parte técnica explicó que desde finales de 2023 se había notado una gran diferencia de rendimiento entre los pilotos Max Verstappen y Sergio Pérez, algo que, en su muy avezada opinión, provenía de un error en el camino de desarrollo de los RB’s.

Dicho error era algo con lo que Verstappen podía, no sólo convivir, sino sacar provecho. Un piloto súper dotado, pero cuya habilidad enmascaraba el problema, mientras que Checo Pérez, un piloto más terrenal se veía afectado totalmente.

En 2024, con Newey todavía a cargo, el inicio de temporada de Red Bull fue poderoso, pero el diseñador dijo que sus cálculos indicaban que el problema de 2023 no sólo seguía, sino que se agudizaba.

Newey sólo se quedó cuatro GP’s, hasta Japón metió mano, y en el sexto de la temporada en Miami anunció su salida. Antes de irse había mencionado su preocupación por el problema que se trataba de solucionar con ajustes en la puesta a punto, pero nadie hizo mucho caso, porque Verstappen ganaba y la responsabilidad se cargaba, injustamente en Checo Pérez.

“La inexperiencia” de Pierre Waché y el resto del equipo de diseño que se quedó a cargo, según Newey los llevó a agudizar la problemática del RB20, al grado que ni Max Verstappen era capaz de conducir el monoplaza.

El daño estaba hecho. El piloto mexicano perdió la confianza, sobremanejaba para tratar suplir el desbalance del auto y eso puso fuera de muchas sesiones de calificación y apenas podía sumar puntos.

El desenlace lo conocemos. Horner se lavó las manos, cortó por lo sano al piloto “culpable” y luego declaró que la salida de Adrian Newey no se notará ni lo extrañarán, pero será capaz Waché y compañía de presentar un auto que solucione los problemas del R20 y que sea capaz de competir con los McLaren, Ferrari y Mercedes.

Este año es el último del reglamento vigente que inició en 2022 y donde Newey llevó a la “escuela” al resto de los diseñadores de la F1. Tal vez con el “vuelo” de lo dejado por Newey alcance para que Red Bull tenga un auto dentro de los tres primeros, pero el resto ha crecido y ha seguido el concepto que a todas luces parece agotado.

Y no sólo es que se haya ido Adrian Newey. Cuando Rob Marshall mano derecha del genio, dejó Red Bull para irse a McLaren se notó inmediatamente en Woking.

Hoy, lo que presente Red Bull para la temporada 2025 y, quizás peor aún para 2026, vendrá del grupo técnico que actuó en 2024 con miopía y, a menos que Waché y el resto se rediman la inercia de su trabajo tiene una línea descendente con respecto a la competencia.

Verstappen es capaz de ser rápido con un auto inferior a los mejores, pero con un auto mediocre ya ante el crecimiento del resto, el podio se volverá una quimera. Y Liam Lawson no es, todavía, garantía de nada hasta que demuestre lo contrario.

La debacle en 2025 llevaría a la fuga de Max Verstappen, en busca de un auto competitivo y, por fuerza, tendría que seguir la salida de Christian Horner, quien lideró el nacimiento de Red Bull, pero que ahora le ha explotado en las manos y sin Newey, lo más probable es que se puedan convertir en un equipo del ‘resto’.