Una de las jugadas dobles más inusuales e increíbles comenzó a formarse como una colcha del desarrollo del béisbol mucho antes de que Ramón Laureano corriera hacia la franja de advertencia en 2018.
Hubo un tiempo en que Laureano pasaba largas horas cuando niño haciendo largas tiradas, para desarrollar la fuerza del brazo. En los días de secundaria cuando lanzaba, mejoraba su mecánica de lanzamiento. Las palabras de Rodney Linares, un ex mánager de Laureano en el sistema de fincas de Houston y ahora entrenador de tercera base de los Rays, quien alentó a Laureano a lanzar directamente a las bases. "Teníamos ejercicios en el cuadro interior todos los días en las menores", dijo Laureano el otro día, "y mis tiros mejoraron sin que yo siquiera lo pensara".
Existe la visualización previa al lanzamiento, la anticipación que convierte el pensamiento de un defensor en reflejo. En la noche del 11 de agosto de 2018, cuando Laureano estaba estacionado en el jardín central para los Athletics, se imaginó lo que podría ser: Justin Upton, en el plato para los Angelinos, empujando la pelota hacia su derecha. "Pensé en esa jugada dos lanzamientos antes de eso", recordó. "Vi eso en mi cabeza. 'Está bien, Upton golpea una línea hacia mi derecha, y yo solo voy a correr hacia la pared. No me importa, ya yo me he ponchado dos veces'".