Echamos un vistazo a la bola de cristal para descifrar lo que viene en la campaña regular que está próxima a comenzar
Queda menos de un mes para el inicio de la temporada regular, y falta muy poco para que la emoción se siente a tope por el regreso del mejor fútbol americano del mundo. Todavía falta que los equipos configuren sus plantillas finales para la nueva campaña, y el recorte final de jugadores del 29 de este mes será el evento más importante hacia ese fin. Para jugadores de ligas de fantasía, estamos en plena época de borradores e intercambios.
Con la nueva campaña, hay ciertas cosas con las que podemos contar, casi como certeza. Por ejemplo, que Patrick Mahomes tendrá a los Kansas City Chiefs jugando la postemporada en casa. Lanzar ese tipo de predicciones no interesa, por ahora.
Al tiempo que crece la expectativa por la nueva temporada, es momento de echar una mirada a la bola de cristal para lanzar 10 predicciones temerarias sobre lo que nos espera en la campaña regular del 2023 en la NFL:
1. Trey Lance no terminará la temporada con el uniforme de los San Francisco 49ers
Ya tocamos este tema antes, cuando lanzamos predicciones para pretemporada, pero un juego para Lance en la campaña de exhibición fue suficiente para reforzar mi teoría de que su tiempo en San Francisco ha llegado a su fin.
¿Significa que está acabado en la NFL? No, pero nunca es buena señal cuando el head coach dice públicamente que el titular --en este caso, Brock Purdy-- tendría que derretirse en el campamento de entrenamiento para que Lance tenga una posibilidad. Y, eso es asumiendo que lo pueda hacer mejor que Sam Darnold en el sistema de los Niners, de lo cual no existe, tampoco, garantía.
El camino para que Lance llegue al terreno de juego en San Francisco se ha alargado drásticamente, se ha vuelto muy sinuoso, y está repleto de obstáculos.
Un reinicio en otra plantilla, dentro de otro sistema ofensivo, podría abreviar esa senda hacia el emparrillado para el costoso tercer recluta global del 2021.
2. Los Detroit Lions van a conquistar la NFC Norte
Seguro, los Lions conquistaron --o reconquistaron-- el corazón de muchos el año pasado, cuando se apagaron en uno de los equipos Cenicienta del 2022. Pero, eso no les alcanzó para meterse a la postemporada, principalmente, porque decidir salir a jugar muchos partidos sin defensa.
¿Cuánto ha cambiado eso? Bueno, Detroit desechar su primera selección del pasado draft en un corredor, en lugar de renovar con aquel que lideró a la NFL con 17 touchdowns el año pasado ( Jamaal Williams ), y desprenderse en canje de su complemento en el backfield ( D' André Swift ). Nadie duda del potencial de Jahmyr Gibbs , pero había otras prioridades para la plantilla de los Lions, ¿no?
De hecho, solamente tres de las ocho selecciones de draft de los Lions fueron para la defensiva, con el linebacker Jack Campbell como el más alto de ello, aunque múltiples analistas creen que la parte baja de la primera ronda era demasiado alta para tomar una prospecto como él en esa posición.
Las casas de apuesta ponen a los Lions como favoritos, y esa es una presión adicional que no se ha vivido en Detroit desde hace casi tres décadas.
Si me preguntan, me sigo inclinando por los Minnesota Vikings para llevarse este sector.
3. New York Jets no van a ganar el Super Bowl
Hablando de expectativas desmedidas, aquí vienen los Jets.
Nadie puede dudar que Aaron Rodgers elevará el nivel de juego en la posición de quarterback hasta un estrato que este equipo no ha experimentado en décadas. Sin embargo, no será el mejor Rodgers que haya jugado en la NFL --ese se acabó probablemente hace un par de temporadas--, y aún con el mejor Rodgers posibles, no es como si los Green Bay Packers, su equipo previo-- salía campeón todos los años.
En otras palabras, hace falta mucho más que Rodgers para sumar un trofeo Lombardi a las vitrinas, aunque eso no sea lo que deseen escuchar ahora en Florham Park.
Hay jugadores jóvenes bastante explosivos a la ofensiva y defensiva, pero la profundidad es cuestionable detrás de ellos, y ni siquiera hemos comenzado a hablar de la línea ofensiva, posiblemente la peor unidad a la que se le haya pedido proteger a Rodgers en lo que va de su longeva carrera.
Por si fuera poco, no hay muchos motivos para creer que los Buffalo Bills sufrirá una caída drástica este año en la AFC Este, y el panorama de los Miami Dolphins pinta un poco mejor a corto y mediano plazo que el de los Jets en el mismo sector.
No vemos a los Jets dentro de los playoffs de la AFC.
4. Los corredores de la NFL van a dar un golpe sobre la mesa
La trama más importante a lo largo de este receso de temporada, ha sido la polémica respecto a la subvaloración de los corredores en la liga, actualmente. Los propietarios insisten en limitar el dinero para contratos de corredores, argumentando que la posición ha perdido valor.
Los números no son lo que eran antes, es verdad, pero ahora los corredores son utilizados de otros modos. El año pasado fue apenas la segunda ocasión en los últimos 10 años con 16 corredores con al menos 1,000 yardas terrestres. Como contraste, del 2002 al 2012, nueve veces hubo al menos 16 corredores en la NFL con un mínimo de 1,000 yardas terrestres, alcanzado una marca de 23 en la campaña del 2006, la mayor cantidad en ese periodo.
Al otro de la moneda, desde el 2022 a la fecha --cuando la liga se expandió a su formato actual de 32 equipos divididos en ocho divisiones--, se han registrado 34 temporadas de al menos 2,000 yardas desde la línea de golpeo, y el 100 por ciento de ellas pertenecen a corredores. En otras palabras, la posición de corredor sigue aportando una cantidad significativa de yardaje ofensivo cada año, pero repartido de modo diferente. Y, lo que es más importante, no hay jugadores de otras posiciones que estén logrando esa misma producción, es decir, los corredores pueden hacer algunas cosas que hacen receptores abiertos y alas cerradas, pero no sucede lo mismo a la inversa.
Los corredores han escuchado todas las críticas que se han lanzado contra ellos por querer pedir dinero proporcional a lo que ofrecen ofensivamente. Tengan la certeza de que, en el 2023, saldrán a demostrar, sobre el terreno de juego, esa valía que los dueños se empeñan en negar.
Habrá al menos 17 corredores con 1,000 yardas terrestres o más en la temporada.
5. Bryce Young será el mariscal de campo novato con más triunfos
Sé que estoy en la minoría, pero como regla general, pienso que cuando un equipo invierte una selección alta de draft --una selección de primera ronda, quizás hasta de segunda vuelta-- en un mariscal de campo, es porque ese jugador debería estar listo para jugar de inmediato.
Young y C.J. Stroud se ajustan a esa descripción, hablando de los dos pasadores que fueron elegidos en los primeros dos turnos del pasado draft.
La mayor diferencia, sin embargo, es que los Carolina Panthers probablemente estén mejor construidos para proteger a Young con talento a su alrededor, que los Houston Texans a Stroud. Los Panthers tienen una defensiva sólida y una línea ofensiva bastante funcional, además. Houston carece de grandes individualidades, fuera del tackle ofensivo Laremy Tunsil, corredor Dameon Pierce y ala cerrada Dalton Schultz.
Como sucede con la mayoría de reglas, hay excepciones, y a mi juicio, Anthony Richardson constituía una de esas excepciones con los Indianapolis Colts, luego de ser reclutado cuarto global. El potencial de Richardson es enorme, pero llega a la NFL con una muy limitada experiencia en la posición como jugador de preparatoria y como jugador de universidad. Por si fuera pcoo, Indy vive una disputa nada agradable con Jonathan Taylor, su mejor jugador ofensivo.
Como rivales de la AFC Sur, Colts y Texans miran desde abajo a los Tennessee Titans y Jacksonville Jaguars. En el Sur de la NFC, el panorama cambió drásticamente con un nuevo retiro de Tom Brady, hasta el punto en que no sería una sorpresa si Carolina conquistara la división, aunque los New Orleans deben ser considerados favoritos. En cualquier caso, todo apunta a que los Panthers, quienes obtuvieron el primer turno global en virtud de canje, y no por su récord del año pasado, deben andar mejor que los equipos de Richardson y Stroud.
Los Panthers se van a colar a los playoffs de la NFC:
6. Lamar Jackson volverá, eventualmente, a correr para abrir el juego aéreo de los Baltimore Ravens
El plan para Baltimore es que, bajo el nuevo coordinador ofensivo, Todd Monken, pondrá a lanzar mucho más a Jackson que en el pasado. Sobre el papel, suena como buena idea, sobre todo considerando las adiciones del novato Zay Flowers y el veterano Odell Beckham Jr.
En la práctica, se trata de despojar a Jackson de lo que mejor hace, que es sacar de balance a las defensivas con su explosividad y, con ello, abrir oportunidades para lanzar.
Cuando Jackson fue el Jugador Más Valioso unánime de la NFL en la campaña del 2019, impuso una marca personal con 1,209 yardas terrestres. Eso le permitió, además, liderar a la NFL en pases de anotación, con 36, y registrar su mejor producción por aire a la fecha, con 3,127 yardas. El problema es que, después, ese ataque no evolucionó por distintos motivos. Los receptores abiertos de los Ravens jamás han sido de peso, y Jackson se ha visto aquejado por lesiones.
Eso no significa que esa estrategia no funcione. En todo caso, ahora podrá ser más efectiva, porque Jackson tendrá más porciones del campo donde podrá atacar con Flowers, Beckham y Mark Andrews, una tripleta cuya calidad será novedad para él.
La alternativa será que el corredor J.K. Dobbins se destape en el backfield, pero estamos hablando de un elemento al que le ha costado mucho estar sano, y que nunca se ha colocado realmente entre los corredores de primera línea de la liga. Pero, si Dobbins logra explotar, entonces los Ravens sí podrán evolucionar hacia lo que busca Monken, con base en pases con engaño de carrera. Simplemente, no voy a apostar a ello.
La ofensiva de los Ravens revertirá a más carreras de Lamar Jackson hacia la segunda mitad de la temporada.
7. Drew Lock iniciará partidos para los Seattle Seahawks
Lo de Geno Smith fue tan sorpresivo en la campaña del 2022, que fue designado Regreso del Año a pesar de que no volvía de una lesión, como sucede con la aplastante mayoría de jugadores que se adueñan de ese galardón.
A los 31 años de edad, es más factible que esa temporada haya sido una excepción a lo que ha sido su carrera, y no una nueva norma. Seguro, Smith viene de liderara a la liga en porcentaje de pases completos, estadística de la cual deriva la mayor parte del argumento para ser considerado Cenicienta del '22. Pero, lanzó 11 intercepciones, y en sus tres temporadas como titular primario de las nueve que lleva en la NFL, nunca ha tirado un dígito de intercepciones.
En cualquier aspecto de la vida, es más fácil llegar que estabilizar, y eso aplica también para quarterbacks de la NFL que han rebasado los 30 años de edad, donde las historias de éxito como el que busca Smith no son precisamente numerosas.
Drew Lock iniciará más de un partido para los Seahawks.
8. Micah Parsons será nombrado Jugador Defensivo del Año
En dos años en la NFL, Parsons ha sido invitado dos veces al Pro Bowl, y en dos veces ha sido incluido en el primer equipo All-Pro. En ambas campañas, ha registrado al menos 13 capturas. Y, lo más importante, para efectos de nuestra predicción, es que ha terminado un segundo en la elección por Jugador Defensivo del Año en ambas ocasiones, siempre realizando jugadas explosivas para Dallas. Se trata de un talento especial.
A veces, para ganar esos premios también hay que hacer algo de campaña, y jugar para el equipo que lleva una estrella en el casco ayuda. Parsons ya es un nombre universalmente conocido en la NFL, y todos esperan una campaña, al menos, similar a lo que ha ofrecido en sus dos años previos. Descontando una temporada monstruosa de algún otro jugador, Parsons solo deberá hacer básicamente lo que ya ha hecho para quedarse con el nombramiento, por fin.
Micah Parsons recibirá el reconocmiento que se le ha negado en sus dos primeros años como profesional.
9. Josh McDaniels no terminará la temporada como head coach de Las Vegas Raiders
El propietario Mark Davis ha hecho un esfuerzo consciente por intentar cambiar la cultura dentro de una de las organizaciones más disfuncionales de la NFL durante los últimos años de su padre, Al Davis, a cargo. No ha funcionado.
Davis ha despedido a los dos últimos coaches que han metido a los Raiders a la postemporada, Rich Bisaccia en el 2021, después de tomar las riendas tras la penosa salida de Jon Gruden por la puerta trasera, y Jack Del Rio al término de la campaña del 2017, luego de clasificarlos a los playoffs de la temporada previa. Antes de Del Rio, los Raiders pasaron un período desde el 2003 hasta el 2015 con solo dos temporadas no perdedoras. En ambos casos, se despreciaron a los entrenadores Tom Cable (2010) y Hue Jackson (2011), los últimos dos entrenadores en jefe apuntados por Al Davis.
Esa historia ayuda a explicar, en parte, por qué McDaniels sigue al frente de los Raiders después de la humillante campaña del 2022. Las Vegas culminó con una marca de 6-11 un año después del valiente desempeño de Bisaccia, y después de adquirir a Davante Adams, probablemente el mejor receptor abierto de la NFL. En el proceso, los Raiders perdieron partidos insólitos ante los Arizona Cardinals y Los Angeles Rams.
Sea como fuere, McDaniels tendrá una nueva oportunidad, y la enfrentará ahora sin Derek Carr , uno de los mejores quarterbacks que ha tenido la franquicia y uno de los tipos más respetados en ese vestidor, luego de ser cortado. McDaniels está apostando todo al hombro reconstruido de Jimmy Garoppolo , y el panorama no luce del todo alentador.
Josh McDaniels será el primer entrenador en jefe que pierda su empleo en la temporada del 2023.
10. Caleb Williams será el primer recluta global del año entrante... para los Arizona Cardinals
Hace no mucho tiempo, las Cards eran el último equipo con marca perfecta en una temporada regular de la NFL. Hoy, están muy lejos de esa competitividad.
El quarterback Kyler Murray no estará listo para el arranque de la campaña regular, y su plantilla luce un montón de huecos importantes en múltiples posiciones.
Todo parece enfilado a que Arizona sea el equipo que termine con la peor marca de la liga en el 2023 y, con ello, se adjudique el primer turno global del siguiente draft.
Allí, no serán capaces de dejar pasar a un talento que algunos describen como generacional en Williams, último ganador del Heisman, de USC. Seguro, Murray tiene un contrato multimillonario a largo plazo todavía vigente con los Cardinals, pero eso se pactó con la administración anterior, y la lealtad no es necesariamente la mejor de las virtudes cuando se trata de este tipo de decisiones.
Habrá una enorme carga pendiente por dinero muerto superior a los 80 millones de dólares, pero si Murray es cortado o --más probablemente-- canjeado después del 1° de junio, esa carga se podrá repartir entre las campañas del 2024 y 2025.
Además, Arizona tendrá la selección de primera ronda de Houston también en el bolsillo, solo por si fuera necesario contar con municiones adicionales para asegurar, a como dé lugar, el primer turno global y con ello la garantía de obtener a Williams.
Arizona elegirá primero en el próximo draft, y se hará de Caleb Williams.