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Vielen Dank Für Alles, Joachim

Jesús Humberto López ESPN

Quien llegue, sabrá muy bien que el principal objetivo será obtener, tarde que temprano, la Copa Mundial de la FIFA.

Hace varias semanas publiqué en este mismo espacio una columna que hacía hincapié a que había llegado la hora de las decisiones en el seno de la Federación Alemana de Fútbol luego de la escandalosa y humillante derrota de la Nationalmannschaft ante la selección de España por 6-0 en la Cartuja de Sevilla. En ese momento, el futuro de Joachim Löw pendía de un hilo y se esperaba alguna reacción contundente de la dirigencia alemana ante tan inesperado resultado. Los tetracampeones del mundo estaban arrastrando el prestigio desde su pésima e inesperada actuación en Rusia 2018 y ya era más que evidente que no se podían dar el lujo de seguir con esa tendencia negativa que nada tenía que ver en el ADN ganador que caracteriza a los alemanes.

Si algo también ha identificado históricamente al fútbol de aquel país es que en lo que concierne a su equipo nacional procuran invariablemente pensar muy bien las cosas. Evitan dejarse llevar insanamente ya sea por el dulce y embriagante sabor de la victoria o por la rabia y enojo que generalmente producen las derrotas. Y eso fue lo que ocurrió cuando apareció Olivier Bierhoff, Director Deportivo de Selecciones Nacionales, apagando los rumores sobre una eventual destitución del entrenador de 61 años de edad, ratificándolo de facto en su cargo al menos hasta la pendiente Euro del 2020. “Un solo partido no puede ser el rasero para medir el trabajo del seleccionador y del cuerpo técnico”, dijo más tarde oficialmente la cúpula de la Deutscher Fussball Bund (DFB), terminando por aceptar la sugerencia de Bierhoff.

Esta semana, sin embargo, nos enteramos de que el hombre que llevó a Alemania a lo más alto del balompié mundial, anunció que dejará de entrenarlos justo después del máximo torneo de naciones del Viejo Continente. Habrán pasado 15 años desde que asumió las riendas de Die Mannschaft con la que conquistó casi todo: una Copa del Mundo (2014); una Copa FIFA Confederaciones (2017); un Subcampeonato Europeo (2008), así como dos semifinales en las Euros del 2012 y 2016 así como el tercer lugar del Mundial de Sudáfrica. Son, sin duda, números que marcan ya toda una época en la historia de la Selección Nacional de Alemania.

Es indudable que el mayor fracaso mundialista alemán que vivió en Rusia 2018 y otros malos resultados dentro de la UEFA Nation League, en el que se incluye el ya mencionado 6-0 ante España, obligaron a Löw a repensar su permanencia en el banquillo. Su intención de llevar a cabo un cambio generacional en el equipo nacional no logró asentarse debidamente. Las críticas que recibió de la prensa germana al no convocar más a Thomas Müller, Matts Hummels y Jerome Boateng fueron especialmente lapidarias porque el bajo nivel del once blanco y negro contrastaba con la gran forma futbolística que ellos seguían conservando, muy en particular el volante del Rekordmeister, que lo ganó todo con los bávaros y que a pesar de ello, su nombre ya no era contemplado por el entrenador nacido en la Selva Negra.

Esto a partir de ahora ya es irrelevante. Löw ha decidido marcharse y creo que es la mejor decisión para él y para el representativo teutón. Cero polémicas. Cero fricciones. Como lo merece una Nación que respeta a su deporte más popular. Sin embargo, todavía dispondrá de algunos meses para preparar a su Alemania para una Eurocopa sui-géneris que se jugará a partir del próximo 1 de junio en doce sedes para celebrar el 60 aniversario de esta competencia, que bien pudiera ser el digno colofón a una etapa marcada por el éxito.

¿Quién será el hombre que, más que ser designado, decida con profundo convencimiento levantar la mano para seguir poniendo el nombre de Alemania en lo más alto del fútbol mundial? Varios nombres han saltado desde hace rato a la palestra, y alguno de ellos incluso ya hasta se salió de la contienda, como es el caso de Jürgen Klopp, quien a pesar de haber recibido el premio The Best como Mejor Entrenador del planeta en el 2020 y conquistar junto al Liverpool la Champions League del 2019 y la Premier League el año pasado, ha dicho que su compromiso que The Reds es más grande que cualquier otro y está decidido a cumplir su contrato hasta el 2024.

Otra opción que inmediatamente se señaló fue la de Hans Dieter Flick, el estratega del mejor equipo del mundo en la actualidad, el FC Bayern München. Sus cartas credenciales son abrumadoras y tiene todos los merecimientos para dirigir a la selección de su país, sobre todo porque trabajó como auxiliar de Löw y fue el gran artífice tras bambalinas del extraordinario triunfo en Brasil 2014. Conoce, y de sobra, las entrañas de la Federación Alemana, así como a los jugadores que militan dentro y fuera de la Bundesliga.

Lograr el sextete, no cualquiera, y a pesar de no tener una larga trayectoria como entrenador, Hansi Flick ha demostrado un estupendo manejo de sus jugadores, convenciéndolos de su idea futbolística y sacando el mejor provecho de sus virtudes y capacidades. Para mí, es el candidato número uno para sustituir a Löw, y aunque aun tiene contrato hasta el 2023, son cada vez más notorias sus diferencias con Hasan Salihamidzic, director deportivo del Gigante de Baviera, en aspectos que tienen que ver con la contratación de nuevos jugadores y el desarrollo de los jóvenes talentos surgidos de la cantera. Aunque tiene todo para seguir triunfando en el FC Bayern, Flick no tendría ningún problema en comenzar a construir un proyecto que lleve a los alemanes a la conquista de su quinto título mundial. Veremos si los actuales campeones de la Bundesliga consienten en liberarlo este verano y Flick acepta también ver reducido sustancialmente su salario.

Ralf Rangnick, el ”profesor de fútbol” y ex director deportivo del RB Leipzig es otro de los candidatos a ocupar el banquillo alemán. Tal cual, es un estudioso nato de este deporte. Con éxitos en el Hannover 96, el TSG Hoffenheim, FC Schalke 04 y muy particularmente con el RB Leipzig, equipo al que logró ascender a la Bundesliga, es quizá la opción menos mediática al cargo pero no menos interesante, particularmente porque ha demostrado trabajar muy bien con los jóvenes a quienes les ha inyectado el gen ganador que se basa en el control total de su estilo de juego y ha sabido elaborar estrategias fantásticas desde un pizarrón en blanco y que ya le han dado varios ascensos a primera división en el balompié germano, así como un subcampeonato en el máximo circuito, una Pokal y dos Súper Copas. Actualmente se encuentra libre de contrato y ya ha manifestado su deseo de entrenar a la selección. Si la DFB se decanta por Rangnick, estoy seguro que sería una grata sorpresa, tal y como lo fue el propio Joachim Löw cuando se anunció que relevaría a Jürgen Klinsmann en el 2006.

El siguiente en la lista es, a diferencia de los ya mencionados, un auténtico mozalbete. Con tan sólo 33 años, Julian Nagelsmann ha logrado posicionarse como un entrenador de perfil ganador. Empujado a dirigir desde muy joven, primero por una lesión en la rodilla que lo obligó a retirarse prematuramente y luego porque las circunstancias aceleraron su experiencia en el banquillo, el oriundo de Landsberg am Lech, Baviera, llevó al TSG Hoffenheim de salvarlos del descenso hasta la fase previa de la UEFA Champions League, primero, y después a la fase de grupos un año más tarde. Más tarde, con el RB Leipzig, Nagelsmann volvió al torneo más importante del planeta a nivel de clubes llevando a los Toros hasta las semifinales por primera vez en su historia. Actualmente, el equipo del Este de Alemania es escolta del FC Bayern, a sólo dos puntos de diferencia respecto a los actuales campeones, y aunque ya fue eliminado por el Liverpool en la actual edición de la Champions, el entrenador más joven en la historia de la Bundesliga los ha convertido en habituales de este torneo. Definitivamente, este muchacho es un entrenador de clase mundial pero aun le falta seguir aprendiendo desde la línea de fuego a nivel de clubes y deberá comenzar a obtener títulos que terminen por avalarlo, en un futuro y de manera definitiva, como el hombre indicado para dirigir a Alemania.

Se han mencionado otros nombres como los de Stefan Kuntz, entrenador de la selección Sub-21 con la que ganó la Eurocopa en 2017; el del veteranísimo Horst Hrubesch, quien ha dirigido a la Sub-18, Sub-19, Sub-21, al equipo olímpico alemán y hasta ha fungido de director deportivo de selecciones nacionales. O el de Christian Streich, el técnico más veterano de la Bundesliga y actualmente con el Sport-Club Freiburg desde el 2012. Y hay más: Lothar Matthäus, campeón del mundo en Italia 90 y desde hace rato comentarista deportivo, figura controvertida al que le aprecio muy pocas posibilidades de ocupar el sitio de Joachim. Y, finalmente, hay quienes sugieren que es momento de un cambio total en los esquemas hasta hoy conocidos y proponen la figura de Silvia Neid, entrenadora campeona del Mundo y de Europa con Alemania Femenil, elegida tres veces Mejor Entrenadora del Año por la FIFA. ¿Será esto posible? Sería la decisión más disruptiva en la historia del fútbol alemán. ¿Por qué no?

Por lo pronto, Oliver Bierhoff y Fritz Keller, presidente de la DFB, se la toman con mucha calma. Esperarán primero a que Joachim Löw se despida exitosamente de su encargo tras la Eurocopa de este verano, y mucho antes de septiembre, darán a conocer al nuevo estratega de un país al que le sobran entrenadores de altísima calidad. El o la que llegue, sabrá muy bien que el principal objetivo será obtener, tarde que temprano, la Copa Mundial de la FIFA. Hablando de Alemania, no se puede esperar otra cosa.