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Hans-Dieter Flick, de interino a campeón de Europa con Bayern Munich

Imaginar al Bayern Munich como campeón de la UEFA Champions League no hubiera resultado algo muy extraño al comienzo de la temporada. Pero, ¿quién hubiera pensado que el técnico de este equipo sería Hans Dieter Flick?

Para muchos se trata de un verdadero desconocido, que comenzó a tomar notoriedad a partir del gran trabajo realizado en el banco del conjunto alemán.

Se desempeñaba como mediocampista y tuvo una carrera corta para un futbolista profesional: se retiró por una lesión a los 28 años, jugando para el Colonia. Antes, había formado parte del Bayern Munich, entre 1985 y 1990. Allí se vio lo mejor de carrera: jugó 104 partidos, anotó cinco goles y logró seis títulos.

Pero sin dudas lo mejor de su trayectoria sería como entrenador. Luego de pasos sin mucho brillo en las divisiones menores del Hoffenheim y el Salzburgo, la Federación Alemana lo nombró asistente de Joachim Low en el año 2006.

Allí comenzaría una carrera que sería un gran aprendizaje para Flick, quien en ese momento tenía 41 años. Con la Selección alemana formó parte del cuerpo técnico campeón del mundo en Brasil 2014, donde también logró ser subcampeón de la Eurocopa 2008, un tercer puesto en el Mundial de 2010 y el tercer lugar en la Eurocopa 2012.

Nico Kovac lo convocó para ser su asistente en el Bayern, luego de que dejara el cargo de asistente de Low en la selección teutona. Pero el destino lo puso a prueba a finales del año pasado, cuando Kovac dio un paso al costado.

Flick asumió como interino sólo para dirigir algunos partidos mientras la dirigencia buscaba nuevo entrenador. Un DT con experiencia y renombre para hacerse cargo del primer equipo.

Sin embargo, “Hansi” se fue ganando la confianza del plantel y de los dirigentes. Un dato para nada menor tiene que ver con su pasado. Al convivir con muchos referentes del plantel en la selección, no le resultó difícil manejar un vestuario con nombres importantes. De hecho, a Manuel Neuer, Jerome Boateng y Thomas Muller, por caso, los conoció siendo asistente de Low.

El equipo, el primero que dirige de manera profesional, comenzó a tomar vuelo bajo su mando; alcanzó el primer puesto de la Bundesliga tras el flojo comienzo con Kovac, ganó la Copa de Alemania y la dirigencia no dudó: le renovaron el contrato por dos años más. Hoy logró un triplete que lo convierte ya en un entrenador de los más grandes de la historia del club bávaro.