El comienzo de la Copa de la Liga no desviará a Racing de su meta principal: la serie de cuartos de final de la CONMEBOL Libertadores frente a Boca Juniors. El objetivo del equipo dirigido por Fernando Gago es superar esa llave y soñar en grande, pero como se instaló en la Academia hace más de dos décadas, debe ir paso por paso.
Las competencias locales le servirán al director técnico de Racing para incorporar a los principales refuerzos como Agustín Almendra y Juan Fernando Quintero a la dinámica del equipo. La otra incorporación destacada, el delantero Roger Martínez, se desgarró y se perderá, al menos, el partido de ida frente a Boca. El ensamble de los nuevos futbolistas con la base de un conjunto que mostró solidez a nivel internacional será determinante para las aspiraciones del club.
Así como sumó calidad, Racing también perdió a algunos jugadores de relevancia. Ya no están Matías Rojas, decisivo en el aspecto ofensivo, y Tomás Avilés, quien se había consolidado en la defensa. Las partidas de Paolo Guerrero y Maximiliano Moralez no resultan tan gravitantes, ya que el delantero peruano no había podido desplegar sus antecedentes goleadores y el mediocampista no logró ganarse un lugar y transformarse en aquel conductor desequilibrante de otras épocas.
Con este panorama, y con la necesidad de recuperar de inmediato a Leonardo Sigali y a mediano plazo a Johan Carbonero, ambos lesionados, Racing iniciará su recorrido en la Copa de la Liga frente a Unión en Santa Fe. Ese será el preámbulo del primer duelo del mano a mano internacional contra Boca en La Bombonera. Luego será el turno de medirse con Tigre antes del choque decisivo ante el Xeneize en el Cilindro de Avellaneda.
Sin urgencias con respecto a los promedios del descenso, la necesidad de Racing por sumar puntos en el ámbito local está vinculada a la clasificación a las copas internacionales de la próxima temporada. Pero ese análisis surgirá si no se concreta el objetivo fundamental: seguir adelante en la Libertadores.
Mientras tanto, con un plantel corto y con una numerosa presencia de juveniles, en la Academia no planifican abarcar dos frentes con la máxima exigencia.
En definitiva, la Copa de la Liga será un banco de pruebas, un territorio de ensayos oficiales, hasta que los resultados indiquen si Racing debe mantenerse por ese camino o cambiar de rumbo.