Desde que llegó Rubén Darío Insúa para hacerse cargo de la dirección técnica, San Lorenzo conoce a la perfección sus virtudes y defectos, tiene un plan de juego y lo ejecuta. Construyó una base sólida para que ese sea el piso desde el cual crecer. El siguiente paso intentará darlo en la Copa de la Liga.
El entrenador consiguió el máximo rendimiento posible de un plantel limitado, con escaso presupuesto y con una importante presencia de futbolistas jóvenes.
El reciente tercer puesto en el Torneo de la Liga se respaldó en su fortaleza como local. Transformó al Nuevo Gasómetro en un escenario imposible para sus adversarios, en el que no recibió goles hasta la última fecha en la que jugó en su casa cuando perdió 2-0 contra Argentinos Juniors. Augusto Batalla, quien recuperó su nivel, se erigió como uno de los mejores arqueros del fútbol argentino. Y la defensa ofreció garantías.
La falencia principal fue el ataque, aunque en el tramo final del campeonato se destacó el centrodelantero Adam Bareiro. Gonzalo Maroni, que no era una preferencia del entrenador, se ganó un lugar a partir de su incidencia en la creación. El desequilibrio de Nahuel Barrios también fue importante. Cuando San Lorenzo acertó en la definición, aunque no generase muchas opciones de gol por encuentro, se consolidó como un equipo eficaz y pragmático.
El balance entre salidas y refuerzos se mantuvo estable. A la partida del atacante Andrés Vombergar a Al Ittihad Kalba de Emiratos Árabes Unidos durante el último campeonato, se sumó la del defensor Federico Gattoni a Sevilla. La prolongada ausencia por lesión de Ezequiel Cerutti es otra baja significativa. Las incorporaciones de Federico Girotti, Carlos Auzqui y Gastón Ramírez cubren los huecos de mitad de cancha hacia adelante. Al club de Boedo le faltaría sumar un nuevo defensor a su plantel, un deseo que el entrenador espera que se concrete.
Lo que está claro es que lo que Insúa no consigue en el mercado de pases lo encuentra en los jugadores jóvenes: Agustín Giay se afianzó en el lateral derecho, Jalil Elías fue un estandarte del equipo en el mediocampo e Iván Leguizamón aportó soluciones en ataque por las bandas.
San Lorenzo, que ya no tiene compromisos internacionales tras la eliminación de la CONMEBOL Sudamericana, intentará mantener la regularidad y firmeza del pasado reciente desde el inicio de la Copa de la Liga en la que comenzará su camino frente a Lanús como visitante.