En los primeros minutos de la visita de River Plate a Rosario Central, por la decimotercera fecha de la Copa de la Liga, ocurrió una situación insólita: Jorge Broun cometió un blooper al sacar del arco, pero el árbitro Nicolás Ramírez se equivocó y lo 'salvó'.
Ni habían transcurrido 9 minutos del partido en el Gigante de Arroyito cuando Fatura, arquero del Canalla, quiso jugar corto un saque de meta y, sin intención, tocó el balón con su pie de apoyo para inmediatamente impactarlo de derecha.
Por el mordido rechazo involuntario, Nacho Fernández se hizo con la posesión en el borde del área, pero el colegiado determinó la repetición del saque de arco, cuando correspondía sancionar juego indirecto, tal y como indica el reglamento:
Si, una vez que el balón esté en juego, el jugador que ejecutó el saque volviera a tocarlo antes de que lo toque otro jugador, se concederá un libre indirecto.
Fernández, protagonista de la acción, el capitán Enzo Pérez y el banco de suplentes de River Plate reclamaron el fallo de Ramírez de manera aireada, pero finalmente Broun sacó de nuevo y la acción quedó atrás.