Franco Armani, jugador de partidos importantes, volvió a ser clave en River Plate. Con atajadas claves, el arquero campeón del mundo fue una de las grandes figuras en el Superclásico que el Millonario se quedó ante Boca Juniors.
Aunque en el primer tiempo no tuvo acción, ya que el local no pateó al arco, el Pulpo mostró seguridad al desactivar un potente remate de Miguel Merentiel, que se encontraba en clara posición adelantada. Y esa firmeza la trasladó al complemento, en el que el Xeneize empezó a arrimarse a su arco y a tirar muchos centros.
A los 13' de la segunda etapa, el capitán de River se lució con un gran corte ante Exequiel Zeballos, uno de los jugadores más rápidos de la cancha, afuera del área, en una faceta que no es de sus predilectas, y el Changuito lo volvió a probar sobre la hora: en el quinto minuto de descuento, le ganó un tremendo duelo en el área chica, tras una gran habilitación de Merentiel.
Previamente, el travesaño le había dado una mano al salvar a River del disparo de afuera del área de Luis Advíncula.
Y aunque en la última jugada del partido, que terminó en el gol (anulado vía VAR) a Milton Giménez, el delantero lo había primereado, Armani, de 37 años, pero más vigente que nunca, fue el primero en salir directo a reclamarle al árbitro Nicolás Ramírez, pidiendo la clara mano que derivó en el frustrado 1-1.
En la previa de la vuelta con Colo Colo, Armani, que acumula más de 300 partidos con el elenco de Núñez y que recientemente anunció su retiro de la Selección Argentina, sumó un nuevo gran capítulo a su exitosísima carrera.