Braian Romero, el goleador del campeón Vélez Sarsfield, dialogó con el equipo de ESPN F360. Este jueves, el delantero, ganador del Torneo de la Liga Profesional 2024, después de vencer 2-0 con autoridad a Huracán en la última fecha, en un estadio José Amalfitani, contó detalles del título obtenido en Liniers.
Ex atacante en nuestro país de Argentinos Juniors, Independiente, Colón, Defensa y Justicia y River Plate, Romero resultó una pieza clave del equipo que dirige Gustavo Quinteros. Con 51 puntos, Vélez logró el título liguero de Argentina, por delante de la "T", Racing y Huracán. Y el goleador de 33 años lo disfrutó a pleno.
Los elogios para Quinteros y el desahogo del final
"Gustavo Quinteros se caracteriza por armar bien el equipo. Sabíamos que éramos superiores a los otros equipos que venían a jugar, estábamos a una victoria. Sacamos ese fuego sagrado para dejar una página en la gran historia de Vélez. Dependíamos de nosotros mismos", dijo Romero en la entrevista exclusiva.
"Hemos sufrido un tobogán de emociones en todo este año y medio que estoy en Vélez. No era el clima deseado en ese momento. La gente siempre nos apoyó. Fue una alegría coronar con todo esto, un desahogo. Eso nos hace crecer y hace crecer a los chicos. Es el trabajo que hace cada entrenador", destacó.
"El único equipo que jugó todo fuimos nosotros. El tiempo de descanso fue poco; nos pusieron partidos muy seguidos. Lo pudimos sacar adelante. Nos vimos afectados ya que estuvimos cansados en la recta final. Agarramos muy rápido ese 4-2-3-1. Presionando, teniendo el balón. Es la única manera que sabemos jugar los 30 y eso marcó la diferencia", comentó.
"Desde la final de la Copa Argentina, pusimos la cabeza en la definición. Y ahora queremos empatar con Estudiantes, por la final perdida este año contra ellos. Queremos dejar una buena imagen. Jugamos contra un gran rival, con un buen entrenador. Ya nos han ganado", dijo.
Su enfermedad y el acceso a la palabra de Dios
Y recordó un momento clave en su carrera. "Cuando jugaba en Acassuso me dormí una siesta y no me levanté más. Tuve una artritis que me alejó del fútbol. No podía caminar, lo hacía como un anciano. Siempre mi objetivo fue caminar normal y con la ayuda de Dios era ese mi deseo. De un día para otro se me cortó todo. Gracias a Dios y a mi señora pude salir adelante. Recibí un milagro. Yo solamente sé lo que viví. Me pusieron morfina", explicó Romero.
"Yo era el único joven en los lugares donde me rehabilitaba. Me ayudó como persona y como jugador. La enfermedad llegó ahí y empezaron los estudios. Nadie daba con el diagnóstico. Abajo estaba paralizado, no podía ni caminar ni subir al colectivo. Todos me miraban… después pude dar con el diagnóstico con el doctor Jorge Vega y me daban tres pastillas por día, corticoides, se me caía el pelo. Era una persona de 17/18 años en un cuerpo de 60. Nunca fui creyente y cuando me acerqué a la Iglesia, ahí fue mi transformación", relató Romero.
"Ahí me retiré un año y medio. Lo que me costó recuperarme... Tuve que dejar, trabajé en la verdulería de mi papá. Me tocaba alquilar con mi señora, no podía pagar el alquiler. Todas situaciones que aprendí. Luego me recuperé y los médicos eran precavidos con el miedo de que recaiga. No me lesioné más, gracias a Dios. No tengo secuelas, nada. Una vez estaba en mi casa, abatido, ya no le encontraba solución y decidí ir a la Iglesia. Allí el pastor habló de los milagros y yo me aferré a eso. Si le pasó eso a todos en la Biblia, a mí me podía pasar. Eso me salvó. Empecé a ejercer la fe y ahí comenzó todo mi camino", comentó.
"Fui papá muy joven. Mi señora tenía 16 años. Fue un momento duro porque cuando me tuve que hacer cargo, a veces no teníamos para comer. No queríamos pedirle a nadie. Hoy lo puedo contar y uno valora más ahora que uno llega a los lugares que uno los llama 'éxito'. El ascenso siempre es otra realidad, Me daban un mano a mi papá y a mí, siempre llevábamos frutas y verduras al club. Si no hubiese sido futbolista, hubiese sido verdulero, seguro", dijo.
"Hoy en día hay muchos chicos quieren saltear etapas en el fútbol, por ahí un poco la palabra de Dios te ayuda. La casa a tu papá se la podés comprar más adelante, no hace falta que ya tengas un auto de alta gama. Para ser grande, hay que ser chico. Vinimos a servir, no les quiero inculcar nada pero cuando preguntan, les comento", expresó Romero.
El particular paso por River y la mano de Gallardo
"Mi paso por River lo divido en dos semestres. El primero fue muy bueno, me tocó meter dos goles y eso va a quedar grabado en mi memoria, como todo chico. En el segundo perdí continuidad, por eso decidí irme. Sentí que lo mejor para River era salir y descomprimir para darle lugar a otra persona", rememoró.
"Hice el gol ese día del título, salí campeón, me quedé con esa imagen. De donde vengo yo, que no hice Inferiores, no me imaginaba llegar hasta River. Es como un sueño, llegué con Marcelo Gallardo. Haber jugado en River y que me vea mi familia fue lo mejor. Siempre respeto a todos los clubes con los que jugué. Cada presidente y club sabe cómo soy, todos han querido que me quedara", agregó.
"Lo que más me marcó de Gallardo es cómo trata al grupo, te hace sentir que sos una familia. Todos van para el mismo lado; los valores, queda muy marcado el perfil que tiene el club. River venía de ganar todo, el técnico también, la humildad que se maneja en el club es muy linda. Yo pienso que ya cerré una etapa en River", afirmó Romero.
La hora de disfrutar en Vélez y el recuerdo de Crespo
"Estoy disfrutando muchísimo de Vélez y seguir creciendo acá, seguir apuntando a más. Que este sea el puntapié inicial y ojalá que todos tengamos el mismo pensamiento. El hincha de Vélez tiene que preguntarle al presidente si me quiere en Vélez. Mi intención es quedarme en el club, yo lo comuniqué. Hoy en día es mi lugar en el mundo, tengo contrato hasta diciembre de 2025. Se tienen que poner de acuerdo las partes: vamos a ir por buen puerto", comentó el goleador.
"El representante está muy contento, él hizo mucha fuerza para que venga, es hincha de Vélez. Y Valentín Gómez ya estuvo muy cerca, había pedido referencia en ese momento. Está enfocado en el club, hoy me decía que se quería ir campeón. Eso marca la mentalidad que tiene, esa mentalidad ganadora, tiene el ADN para equipo grande, para jugar en River. Tiene esas características. Va a ser muy útil al club que vaya. Tiene en sus manos lo que quiera hacer porque es demasiado bueno". Y elogió mucho a Mammana: "Tiene una jerarquía, un anticipo. Una lectura de juego impresionante. No llegó más lejos porque no quiso, es muy crack. Tengo mucha admiración por él".
"Mi hermano está desde los siete años, es más crack. Es un volante mixto, no tiene tanta llegada porque tiene otro lugar en la cancha. Tiene mucha proyección. Va a depender de él. River es difícil para llegar a Primera, pero es su sueño. Se va en tren, colectivo, las condiciones las tiene de sobra. Tiene que tener una cuota de suerte pero la carrera la va a hacer", aseguró.
"Hernán Crespo, cuando me llamó para Defensa y Justicia, me dijo para ubicarme de extremo. En un entrenamiento estábamos jugando contra la Reserva y me dijo si me animaba de Nº9. Hacé esas diagonales que hacés, pero con el arco más de frente. Ahí empezó mi aprendizaje. 'Atacá al primer palo' me decía. Me cambió la vida", recordó.