BUENOS AIRES – Justo cuando parecía que Carlos Tevez volvía a ser el Carlitos de siempre, ése que brilló en la primera etapa con el xeneize y que años después triunfó en Europa, llegó la infantil expulsión. Inesperada para un jugador de su nivel y experiencia.
Ahora, mientras se define cuántas fechas de suspensión le darán desde el Tribunal (serían al menos tres), se abre el interrogante: ¿quién deberá reemplazarlo?
Es cierto, Boca cuenta con jugadores de sobra dentro de su rico plantel. Pero Tevez es irremplazable. No sólo por lo que transmite con su presencia, sino porque no hay un futbolista con sus características de juego.
A partir de la roja, se abre un abanico de posibilidades de cara a las próximas fechas. Y será el Mellizo el encargado de buscar el jugador ideal para ese puesto.
Se sabe, Carlitos ya dejó de jugar de 9 de área. Y ahora, a partir de los refuerzos, se mueve como una especie de enganche, suelto por la mitad de la cancha, con libertad para sumarse al ataque junto con el delantero centro, ya sea Benedetto o Bou.
De hecho, el golazo marcado ante el Pirata lo muestra arrancando en el círculo central, recorriendo buena parte del campo de juego y definiendo de manera magistral desde el borde del área.
Una opción podría ser el ingreso de Sebastián Pérez, o del otro colombiano, Wilmar Barrios, en la mitad de la cancha para armar el doble cinco con Cubas, jugando más adelante Pablo Pérez, de buen manejo de pelota y gran partido ante la B.
Otra: sumar a Federico Carrizo y acomodar un 4-4-2 con Cubas y Pérez en el medio, Centurión y Pavón abiertos, más Benedettto o Bou y Carrizo como puntas.
Fernando Zuqui es otra chance en el mediocampo por la derecha: el ex volante de Godoy Cruz perdió terreno en las ultimas presentaciones, pero ahora se abre un nuevo escenario.
Lejana se presenta la chance de Gonzalo Castellani, al que Guillermo prefirió mantener en el plantel pese a que tenía chances de emigrar. El volante también podría sumarse a la lista entrando por Tevez: tiene buen manejo de pelota y recuperación, pero la irregularidad y los baches que suele mostrar en los partidos hacen que siempre esté relegado.
Contra Lanús, en el debut, fue titular y no rindió. Contra Belgrano ni siquiera fue al banco.
Las posibilidades son muchas, y el entrenador tendrá una semana para organizar el esquema y buscar las mejores variantes. Mientras, Carlitos deberá calmarse, pensar en los motivos que lo tienen de mal humor a pesar de estar en el club del que es hincha, y al cual volvió siendo gran figura en Europa.
Tal vez estas fechas sin jugar le sirvan para recapacitar y volver a las canchas con la cabeza renovada.