El delantero Federico Pachi Carrizo, quien pasó este jueves de Boca Juniors a Rosario Central, admitió que tenía "muchas ganas" de regresar al club en el que inició su carrera y confesó que no lo pasó bien durante los últimos meses debido a que prácticamente no contó con oportunidades de jugar.
"Tenía muchas ganas de volver a Central. Recibí varias ofertas, pero regresar a Rosario fue siempre mi primera opción y por eso tomé la decisión rápido", comentó el delantero nacido hace 25 años en Villa Giardino, Córdoba, poco después de retirar sus pertenencias de La Bombonera.
El delantero inició su carrera en Central, donde debutó en primera división en 2009, y pasó a Boca en 2014, pero solo tuvo continuidad en los ciclos de Carlos Bianchi y Rodolfo Arruabarrena como entrenadores, mientras que con Guillermo Barros Schelotto casi no jugó.
"El último tiempo fue complicado, no estaba feliz, me sentía mal. Terminé de manera negativa, pero no me quedaré con el final sino con lo bueno que viví y si bien no me voy de Boca triste, me hubiera gustado jugar un poco más", explicó el delantero.
Carrizo tuvo un breve paso por el Cruz Azul de México en el segundo semestre de 2015, pero no le fue bien ya que jugó poco y nada, y antes de definirse su regreso a Central estuvo muy cerca de pasar a Cerro Porteño, de Paraguay.
Rosario Central adquirió a Boca un 20 por ciento del pase y ahora es dueño del 60 por ciento, mientras que los "Xeneizes" conservarán un 40 por ciento de la ficha del jugador.
"Tuve ofertas de otros clubes, pero tenía ganas de regresar a Central y volver a vivir en Rosario fue también una decisión familiar", concluyó Carrizo, quien fue pedido especialmente por el nuevo entrenador de los rosarinos, el uruguayo Paolo Montero.