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La leyenda del Trinche Carlovich

¿Es posible que la habilidad de un jugador de fútbol sea capaz de despertar comparaciones tan grandes que llegan a un nivel mitológico? El Trinche Carlovich, aquel volante central rosarino que desplegó su magia hasta 1985, nos permite responder afirmativamente a la pregunta planteada unas líneas más arriba.

El mito del Trinche, la leyenda de aquel jugador zurdo de una maravillosa gambeta se extendió por todo el mundo y despertó gran devoción por muchas figuras de gran calibre en el planeta fútbol. Hablar de Rosario es hablar del Trinche, que se convirtió en un icono de aquella ciudad que lo vio nacer como futbolista. Y el pueblo rosarino lo recuerda con cariño y orgullo, siempre remarcando lo que podía hacer Carlovich, el tipo de melena larga hasta los hombros, cada vez que tenía la pelota en los pies.

Su magia sembró un recuerdo en los afortunados que pudieron verlo en acción, quienes aseguran que el Trinche era mejor que Maradona y que su fútbol no tenía precedentes. “Es distinto a los demás”, la premisa que nos permite partir hacia lo que fue la huella que dejó Carlovich en su amado fútbol. Hace unos meses, el mismo Diego se encontró con el Trinche y le firmó una camiseta de Central Córdoba con una dedicatoria especial: "Al Trinche, que fue mejor que yo.

El Trinche era ‘arte en movimiento’ según cuentan las buenas lenguas. Aquel jugador que emocionaba verlo en el verde césped y tenía la genética del potrero corriendo por sus venas, que se animaba a desafiar las leyes de la gravedad con sus impredecibles movimientos. El mismo tipo que la rompió frente a la Selección Argentina de 1974 jugando para un combinado local en un amistoso, en el encuentro que para muchos dio origen a su leyenda. Aquel día en el que se cuenta que el Trinche, que no recuerda por qué lo apodaron así, tuvo que salir del partido por pedido de Vladislao, por entonces DT de la Selección.

Pero el Trinche, si bien era la máxima expresión de la palabra fútbol, también era muy reacio a los entrenamientos. Personas contemporáneas a la ‘Era Carlovich’ comentan que tampoco le gustaba concentrar y que no era un madrugador por naturaleza. “El Trinche no jugó en primera porque él no quiso jugar en primera”, remarcó Mario Killer, ex jugador de Rosario Central, en el Informe Robinson que se realizó sobre Carlovich.

Este entrañable sujeto, con la 5 en la espalda y la pelota siempre bajo la suela, también tiene sus anécdotas particulares. ¿La calidad de Carlovich asustó a Pelé? La historia cuenta que El Trinche iba a ser traspasado al Cosmos de Nueva York, pero que fue el mismísimo Edson Arantes do Nascimiento quien impidió que esto se concretara. “Hay comentarios de que a mí me bajó el dedo Pelé”, declaró el Trinche sobre esta suposición. Y así era él, un jugador con una calidad que hacía temblar a las torres más firmes y hacer dudar a cualquiera sobre sus cualidades. Porque estar al lado del Trinche era arriesgarse a quedar en ridículo, a confirmar que en realidad uno no era tan bueno como pensaba.

La figura de Carlovich, la mística de sus pies y su gambeta indescifrable también quedaron inmortalizadas en una jugada que se le atribuyó al Trinche: el doble caño. Tirar un caño, buscar la bocha y tirar otro al mismo jugador. De ida y vuelta, en cuestión de segundos. El Trinche también era eso, la normalización de lo extraordinario.

“Esta noche juega el Trinche” era la consigna que corría en los alrededores del estadio de Central Córdoba cada vez que Carlovich iba a disputar un encuentro. Una religión podría compararse con lo que generaba el Trinche en el público, que se reunía de manera multitudinaria sólo para verlo jugar a él. Hinchas de cualquier equipo, jugadores profesionales, entrenadores. Una mezcla impensada en nuestro fútbol actual lograda por aquel muchacho con la 5 en la espalda. En el Informe Robinson, Valdano reveló un detalle que le comentó Marcelo Bielsa: el Loco, durante 4 años, fue todos los sábados a ver jugar al Trinche.

La leyenda del Trinche, del artista que se calzaba los cortos y se encargaba de repartir pinceladas en el campo de juego, también llegó a los corazones de los amantes del teatro. La vida de película de Carlovich se convirtió en una vida ‘de teatro’, que estuvo representada sobre los tablones. Luego de que se lanzara el Informe Robinson, Jorge Eines y José Ramón Fernández se interesaron tanto en la vida del jugador que produjeron la obra ‘El Trinche. El mejor futbolista del mundo’, que cuenta toda la historia de Tomás Felipe Carlovich.

El Trinche ya no está entre nosotros, pero su huella quedó marcada por siempre en la historia del fútbol. El doble caño, su zurda inmaculada, su melena, su pasión por Central Córdoba, su humildad, sus aires de vagancia y sus paseos en bicicleta por la ciudad de Rosario. Todo esto y más fue Carlovich, que no contará más sus epopeyas dentro del campo de juego, pero nos dejó algo más grande: fútbol en su máxima expresión.