Rodrigo Amaral, futbolista uruguayo de Jorge Wilstermann, comentó los atrasos salariales que están sufriendo los jugadores de varios clubes del fútbol boliviano.
En 100% Deporte (Radio Sport 890), Amaral comentó este martes: “Por suerte este tema se hizo visible. Estamos sufriendo, no sólo nosotros, sino que hay otros equipos con deudas de cuatro o cinco meses. Es un momento duro porque hay jóvenes que no tienen para comer o para tomar el ómnibus. Cuando uno era chico, me faltó la comida y esto me duele mucho”.
“En el fútbol boliviano se esconde mucho lo que está pasando y esta es la realidad de Wilstermann y otros clubes”, destacó quien juega en el equipo de Cochabamba desde mayo de 2023.
Amaral agregó: “Entre compañeros estamos sacando adelante esta situación. Sabemos que los más grandes cobran más y hacemos colectas para ayudar a los más chicos, les compramos comida y los traemos a los entrenamientos. La situación es muy crítica porque el club no está pudiendo salir adelante y no está pudiendo conseguir recursos. En mi caso, me deben ocho meses, seis seis de este 2024 y dos del año pasado. Hay gente a la que se le debe 22 o 12 meses, es un disparate”.
El futbolista contó que en los primeros días de octubre se le pagó al plantel de Wilstermann el 25% de los salarios, pero que eso no es suficiente para pagar un alquiler.
El uruguayo de 27 años formado en Nacional destacó la importancia de hacer pública esta situación: “Tenemos que sacar esto a la luz. Hay jugadores que se callan mucho y eso me molesta. El club estaba en quiebra el año pasado, y se metieron dirigentes que son muy buena gente, pero a veces no saben expresarse bien y a veces no aparecen cuando los necesitamos”.
“En Bolivia no hay una Mutual, por eso salí a hablar, porque también es difícil salir a hablar siendo jugador nacional. Yo soy extranjero y el año que viene estoy cobrando la deuda a través de la FIFA; salí a hablar en defensa de mis compañeros. Un compañero casi se desmaya, hay jugadores que lloran en el vestuario… Son cosas que nunca había vivido, es catastrófico”, expresó.
Amaral remarcó que esta magra situación económica la padecen la mayoría de los clubes bolivianos, señalando por ejemplo que el plantel de Oriente Petrolero no entrena desde hace 20 días.
Atendiendo este contexto, el uruguayo reveló que ya tiene decidido volver a su país una vez que finalice su contrato en diciembre: “Tengo ganas de irme. Ya tomé la decisión por tema familiar. Me gustó mucho Cochabamba, aprendí muchas cosas y he disfrutado del fútbol también, pero la idea es volver a Uruguay en diciembre; le voy a agradecer de por vida a mi señora y a mis hijas por el apoyo durante todo este año”.
“Ojalá pueda seguir ayudando a los jugadores del fútbol boliviano desde donde me toque. Ojalá que esto mejore para también estar uno más tranquilo”, sentenció.