BARCELONA -- Robert Lewandowski ha caído con el pie derecho en el Barcelona. El delantero polaco suma cinco goles en cuatro partidos (tres si se tiene en cuenta que no anotó en el estreno frente al Rayo Vallecano) habiendo rematado quince veces a portería.
De esos 15 disparos 12 fueron entre palos y uno de los tres restantes se estrelló en el travesaño. Números descomunales para un futbolista señalado como clave en el cambio que suspira protagonizar su nuevo equipo en Europa.
El Barça se estrenará este miércoles en la Champions League con el partido, sobre el papel, más cómodo que habría podido imaginar, enfrentado a un Viktoria Plzen que se presenta como el rival más asequible del grupo. Nada que ver con su debut de la pasada temporada (0-3 frente al Bayern Munich) que fue el inicio de un descalabro histórico, viéndose eliminado de la máxima competición continental en la fase de grupos, un hecho no recordado en el Camp Nou.
Aquella pesadilla comenzó con Lewandowski anotando un doblete en el estadio azulgrana y terminó de mala manera en los cuartos de final de la Europa League, eliminado el equipo de Xavi por otro equipo germano, el Eintrancht Frankfurt en una noche más recordada por la invasión de hinchas visitantes que por el fracaso que supuso la eliminación.
INDISCUTIBLE
El Barça cerró la temporada 2021-22 disputando 12 partidos de competición europea en los que anotó un total de 12 goles mientras que Lewandowski, eliminado su Bayern en los cuartos de final de Champions por el Villarreal, se alineó en 10 partidos europeos y marcó 13 goles, uno más él solo que todo el Barça en conjunto.
Puede suponerse que Xavi Hernández, atendiendo a la estrechez de un calendario infernal hasta el cierre de la primera mitad de la temporada (el 9 de noviembre en Pamplona frente al Osasuna) por la disputa del Mundial de Qatar, aprovechará este teórico amable debut europeo para empezar a remover la alineación. No debutarán aún Héctor Bellerín y Marcos Alonso, pero se espera el estreno del invisible Gerard Piqué, el regreso al once de Frenkie de Jong o el debut en él de Franck Kessié y Ansu Fati... Pero se estima indiscutible la presencia de Lewandowski.
Reafirmado el papel sobresaliente de Pedri y la solvencia, brillante, del joven Gavi, el entrenador azulgrana tiene a sus órdenes la plantilla (casi) ideal y cualquier cambio que pueda llevar a cabo no debería afectar al rendimiento global del equipo. Pero de la misma forma que en la portería se estima innegociable la alineación de un renacido Marc-André ter Stegen, en la punta del ataque no se puede suponer a otro futbolista que no sea el delantero polaco, a través de cuyos goles debe crecer la confianza del Barça en Europa.
Habiendo ganado solamente dos de sus últimos nueve partidos en la Champions (uno de cinco en el Camp Nou), para el conjunto azulgrana se sabe indispensable cumplir con la lógica frente a un rival al que superó sin despeinarse en su único emparejamiento (en la fase de grupos de la temporada 2011-12) ganando por 0-4 en Praga y por 2-0 en el estadio.
Únicamente Sergio Busquets permanece al cabo de once años en la plantilla del Barça que entrena Xavi, titular en uno de aquellos dos encuentros y que como técnico no conoce aún la victoria en la competición, después de un decepcionante empate casero ante el Benfica previo a la triste despedida en Munich del pasado curso.
Olvidada la depresión y relanzado un equipo que suma once goles en los últimos tres partidos, habiendo encajado solamente uno, Europa llama a la puerta en un momento se espera que ideal. La confianza es evidente y la expectación, esperando la visita dentro de una semana al temible Bayern, máxima en un Barcelona que, bajo el liderazgo de Lewandowski, quiere volver a hacerse notar en la Champions.