Jules Koundé se convirtió este verano en el central más caro de la historia del Barcelona que pagó por su fichaje 50 millones de euros que podrían llegar a ser 60 en concepto de variables. Llegó por expreso deseo, e insistencia, de Xavi Hernández. Y tres partidos le han bastado para no solo dar la razón al entrenador sino, más aún, demostrar que más allá de su impacto inmediato, su trascendencia en este Barça puede ser histórica.
Fue, el zaguero francés, uno de los protagonistas de la noche, tal como Kessié o Sergi Roberto, que estrenaron titularidad o, también, Piqué, que se dejó ver por primera vez. Y Lewandowski, claro... Una máquina goleadora y futbolística en toda su expresión.
Es el fichaje del polaco una apuesta a corto plazo, medio en el mejor de los casos, que no ha tardado ni un santiamén en cumplir las expectativas. Un día después de que Europa se maravillase con la nueva competencia Haaland-Mbappé, se plantó en la Champions con un hat-trick. Y otro partido estupendo.
JULES KOUNDÉ Recordando a un pasado muy lejano, el francés podría asemejarse a José Ramón Alexanko, en su día (1980) el defensa más caro de la historia del futbol español y que apenas llegar al Barça se convirtió en indiscutible durante casi una década. Koundé, futbolísticamente y atendiendo a la diferencia de épocas, es un jugador mucho más completo y tiene, o lo parece, todos los condicionantes para ser, como lo fue Alexanko, un fichaje sobresaliente y un central de leyenda en el Camp Nou. En defensa es inexpugnable, en ataque, ya sea asistiendo y rematando, una pesadilla para el rival.
ROBERT LEWANDOWSKI Siguiendo con los símiles del pasado, y también salvando las distancias y las comparaciones odiosas, el polaco llega al Barça en el teórico ocaso de su carrera para rebelarse contra el tiempo y encajar como un guante marcando goles y maravillando como en su día, 1980, lo hiciera Quini. El encaje del polaco, un futbolista mucho más completo que el recordado delantero asturiano, ha sido magnífico en el esquema de Xavi y su capacidad mayúscula en el remate le suma trabajo, asistencias y compañerismo. Su primer hat-trick como azulgrana, el mejor premio a una noche fantástica.
GERARD PIQUÉ No sobresalió ni para bien ni para mal... Pero fue uno de los otros nombres de la noche. Después de cuatro partidos sin aparecer ni un minuto, Xavi le dio entrada en el descanso en lugar de Sergi Roberto. Y fue ovacionado por una hinchada que sin atender a campañas favorables o desfavorables, sabe premiar la entrega y fidelidad de tantos años. Después, en el campo, cumplió sin aspavientos, demostrando que sigue estando para algo más que ser un simple adorno.