La cuarta fecha de la fase de grupos de la UEFA Champions League dejó una nueva edición de una historia trillada: la del equipo más débil que le hace un gran partido al favorito pero desperdicia sus chances y termina perdiendo por goleada. El triunfo por 3-0 de Real Madrid ante Braga fue la recreación más patente de esa situación tan repetida en el fútbol.
No fue solamente que el equipo portugués dominó las acciones durante los primeros 20 minutos del encuentro. Fue algo más concreto, porque incluso tuvo un penal a favor. Pero el ucraniano Andriy Lunin, que tuvo que reemplazar a último momento a un Kepa que se lesionó en la entrada en calor, se lo atajó al español Alvaro Djalo.
No sintió el golpe Braga, que continuó mostrando el buen juego que había exhibido en el comienzo. Pero ese penal fue el despertador que necesitaba el Merengue, que comenzó a fortalecerse en el mediocampo y, poco a poco, a construir jugadas de ataque con el uruguayo Federico Valverde como eje.
A los 27 empezó a tomar forma la historia trillada. Pase filtrado para Rodrygo, que ingresó al área por izquierda, trasladó unos metros y tiró el centro atrás por bajo para que Brahim Diaz convirtiera con una violenta definición. Sin merecerlo, el conjunto de Carlo Ancelotti se ponía en ventaja y eso, en el Santiago Bernabeu, es casi una sentencia.
No se amilanó el visitante. Con el uruguayo Rodrigo Zalazar Martinez como armador de juego, continuó generando acciones asociadas y preocupando a la defensa merengue. En el balance, el primer tiempo fue parejo y hasta con una leve tendencia favorable a Braga. Pero quien estaba ganando era Real Madrid.
La segunda etapa fue otra cosa.
Porque el local salió mucho más decidido y empezó a desbordar en velocidad al equipo portugués, que de todas formas no mostraba signos de rendición.
El golpe de gracia de la Casa Blanca fue a los 57 minutos. Vinicius aumentó la ventaja tras recibir cerca del punto penal una buena asistencia de Lucas Vazquez. El brasileño hizo un enganche rápido, anuló a su marcador y definió cruzado, dejando sin chances al arquero.
El dominio cambió totalmente de manos a partir de ahí y fue definitivamente para Real Madrid, que transformó el triunfo en goleada cuatro minutos después, de la mano de un Rodrygo -que fue figura- que aprovechó una asistencia de Vini para poner el 3-0.
Con el triunfo, el Merengue se aseguró su clasificación a octavos de final de esta UEFA Champions League.