Barcelona y Napoli terminaron igualando 1-1 en un partido atípico de ida de octavos de final de la UEFA Champions League, en la que se anotaron en la lista Robert Lewandowski y Victor Osimhen con dos golazos con sus respectivos sellos cuando sus equipos lo necesitaban.
Sin embargo, no les alcanzó: cuando el polaco abrió el marcador a los 60' parecía romper un encuentro monótono y predecible, pero no del todo. Menos cuando el Barca apenas pudo mantener esa ventaja por 15 minutos, que fue lo que tardó en llegar la igualdad del nigeriano.
Fueron dos conquistas con los sellos de cada uno. El de Lewandowski fue recibiendo en el punto penal y recortando hasta buscar su lugar, rematando cruzado y lejos de las posibilidades de Alex Meret, que se estiró de forma inútil y no logró evitar el gol.
El de Osimhen, aprovechando su portentoso físico para aguantar a Iñigo Martínez, girar y definir a contrapierna de Ter Stegen.
La conquista no logró hacer crecer a los culés, pero sí al Napoli, que fue quien se responsabilizó de ir a buscarlo en el final, sin éxito.
La llave demostró no solo estar abierta, sino ganable para cualquiera de los dos. Pero solo el destino dirá: la historia se escribirá el próximo 12 de marzo en suelo español.