Borussia Dortmund pasó por arriba a Real Madrid en Wembley durante los primeros 45 minutos de la gran final de la UEFA Champions League, pero no pudo abrir el marcador, fallando en la definición y convirtiendo en figura a Thibaut Courtois. La Casa Blanca reaccionó en el segundo tiempo, mejoró, marcó dos goles festejó su 15to título de Europa.
La historia es contundente: al Real Madrid Club de Fútbol no podés perdonarlo. Tenés que aprovechar cada ocasión que generes para, en la medida de lo posible, matarlo. Ejemplos sobran, y este sábado 1° de junio el Dortmund se sumó a la lista.
El primer tiempo fue todo de Dortmund pero Real Madrid salió vivo
El partido, que contó con transmisión en vivo por Star+, comenzó cerrado, con el conjunto español dominando la posesión y tratando -en vano- de arrimarse a Gregor Kobel, pero con el correr de los minutos los pupilos de Edin Terzić lo llevaron a su zona de confort y terminaron redondeando una etapa inicial sin fisuras: no sufrieron en su arco y contaron con varias chances para romper el cero.
Particularmente entre los 21 y los 28 minutos, el elenco alemán tuvo tres situaciones claras. Pero Karim Adeyemi chocó en un par de ocasiones con Courtois, quien lo acompañó bien después de que el delantero recibiera un gran pase de Mats Hummels y, luego, evitó la caída de su valla en una definición mano a mano, en tanto Niclas Füllkrug se topó con el palo después de otra habilitación filtrada en la ofensiva aurinegra.
Pasada la media hora de juego, el protagonista fue Marcel Sabitzer, clave en el esquema de Terzić, pero su remate desde afuera del área también se topó con una gran reacción del arquero belga, que atajó apenas su quinto partido en la temporada luego de las graves lesiones que sufrió en el último año y fue clave.
Más allá de las ocasiones de gol -en el 1T, BVB tuvo 8 tiros, 3 al arco, contra 2 totales y desviados del Madrid, y lo aventajó en xG por 1.68 contra 0.09-, el Dortmund fue muy superior al 14 veces campeón de Europa. Firme en defensa por las dos bandas, ni lo inquietaron Vini y Rodrygo, mientras que Jude Bellingham no pesó. Toda la defensa alemana estuvo muy sólida durante el primer tiempo.
Y sus llegadas al arco rival se debieron, en gran parte, a la velocidad del equipo para salir de contra como bloque y a los milimétricos pases en profundidad en ataque (3 entre los minutos 21 y 28, cuando en toda la UCL llevaban 1). Pese a que el conjunto de Carlo Ancelotti dominó la posesión (64-36) y acumuló muchos más pases (345-192), esta fue algo insulsa, y los quintos de la Bundesliga, que venían de eliminar al Paris Saint-Germain, encontraron mal parado a su rival de turno, que lució muy incómodo, sin encontrar respuestas, varias veces.
Pero faltó el gol, y el partido en Wembley quedó completamente abierto. Gran error. Gran dolor.
Real Madrid reaccionó y es campeón
Aunque el Merengue no ejerció un control absoluto desde el inicio del complemento, sí emparejó el encuentro. Volvió a resistir con una atajada ante un cabezazo de Füllkrug, pero después fue todo suyo. Los alemanes empezaron a sentir el trajín del partido y, con el correr de los minutos, el Real fue acercándose a Kobel. Su lleva clave fueron centros aéreos, el talón de Aquiles de BVB, que había sufrido 12 goles de córners en toda la temporada, el máximo para un equipo alemán.
Y hoy fueron 12, porque a los 74 minutos Dani Carvajal, el tercer jugador más pequeño de la cancha, también el único de la historia con seis titularidades en finales de Champions, ganó en las alturas tras un centro del legendario Toni Kroos y anotó el 1 a 0.
En ese momento, para ser sinceros, terminó la final. Se acabó lo que se daba.
Borussia sufrió muchísimo el impacto del festejo blanco y, sumado al cansancio del intenso cotejo que jugó, pareció rendirse en Wembley. Y lo evidenció a los 84' el neerlandés Ian Maatsen, al regalarle la pelota a Bellingham, que le sirvió a Vini el 2 a 0. El brasileño, héroe de París 2022, final en la que anotó el gol del título vs. Liverpool, solo tuvo que vencer al arquero suizo para ponerle la daga a la definición.
Año a año, el fútbol se empeña en reconocer al Real Madrid como el mejor club del mundo, o al menos el más importante, el más ganador. Una vez más, su rival de turno, en esta ocasión Borussia Dortmund, dignísimo finalista y competidor, lo perdonó. Y lo pagó muy caro.