Real Madrid caía este martes por 2-0 ante Borussia Dortmund y ya iban 60 minutos en el estadio Santiago Bernabéu. Pero cuando se trata de un partido de UEFA Champions League y el Merengue está en cancha, esa situación significa poco y nada. En apenas 23 minutos, dio vuelta el resultado. Y, con dos goles más, a los 86 y 93, redondeó con el 5-2 un nuevo triunfazo épico.
El equipo alemán había manejado a la perfección el primer tiempo pero luego del descanso llegó el ya clásico 'Real Madrid time', encabezado esta vez por Vinicius y su triplete.
Lo que ocurre con el Merengue en la Champions es algo muy difícil de explicar. Porque en cualquier situación, parece saber que va a terminar ganando. Convencimiento, enfoque, mística. Cada uno lo llamará como más le guste. Algo hay.
El alemán Antonio Rudiger, con un potente cabezazo, anotó el descuento a los 60 y despertó al León.
Dos minutos después, Vinicius empató el partido y ya todos los que estaban mirando el partido, ya sea en el estadio o en sus casas, sabían cómo iba a terminar esa historia.
Era la clásica situación en la que Real Madrid se transforma en una fuerza incontenible. Y este martes no fue la excepción.
Llegarían, como en una catarata, el gol de Lucas Vázquez (que se redimía de la responsabilidad que había tenido en los dos goles de Borussia Dortmund), y otros dos tantos de Vinicius.
La magia blanca había ocurrido y no había más nada que hacer.