<
>

El caso Carlos Delgado: ¿tiene méritos suficientes para Cooperstown?

Uno de los peloteros más importantes de la historia de Puerto Rico en MLB tendrá una nueva oportunidad de llegar al Salón de la Fama.

Carlos Delgado es uno de los ocho hombres incluidos en la boleta de votación del Comité de la Era Contemporánea del Salón de la Fama de Cooperstown, cuyo caso a la inmortalidad será evaluado nuevamente, lo que significa una nueva oportunidad de convertirse en miembro del Salón de la Fama.

Delgado es recordado por ser uno de los grandes bateadores de poder de la década de 1990 y, al mismo tiempo, probablemente se le recuerde también por ser uno de los ofensivos más balanceados con los que contaba el béisbol. Sus 473 cuadrangulares con promedio de .280 y OPS de .929 a lo largo de 17 años son parte de la prueba de ello.

Dicho esto, para evaluar el caso de Carlos Delgado se hace necesario establecer el contexto histórico en el que tuvo la mejor parte de su carrera, así como su paso por la boleta de votación principal hacia Cooperstown, para comprender por qué no entró a la inmortalidad en ese momento y si realmente tiene una oportunidad en el Comité de la Era Contemporánea.

En 2015, Carlos Delgado entró por primera y única vez a la boleta de votación de Cooperstown. En total recibió 21 votos de 549 posibles, quedando con solo el 3.8 por ciento, por debajo del 75 por ciento necesario para entrar al Salón de la Fama y también por debajo del 5 por ciento requerido para mantenerse en la boleta un año adicional.

Probablemente, a consideración nuestra, Carlos Delgado es el mejor jugador en la historia en estar solamente un año en la boleta de votación de Cooperstown.

Tomando como referencia su OPS de .929, este resulta superior al de otros inicialistas que sí entraron al Salón de la Fama como Eddie Murray, Tony Pérez u Orlando Cepeda. Adicionalmente, es uno de 34 jugadores con al menos 470 jonrones conectados en la historia de MLB. De ese grupo, 23 están en Cooperstown, otros están encaminados a entrar como Miguel Cabrera y Albert Pujols, y un tercer grupo permanece fuera debido a vínculos con sustancias para mejorar el rendimiento.

Esto último también es un punto a favor de la candidatura de Delgado. Teniendo el pico de su carrera en los años 90, su nombre nunca se ha asociado al uso de esteroides u otras sustancias, a pesar de su destacado poder como bateador.

En cuanto a números de acumulación, sus 1,512 carreras remolcadas lo colocan muy cerca de otros inicialistas miembros de Cooperstown como Harmon Killebrew o Willie McCovey.

Delgado también es líder histórico de los Toronto Blue Jays en jonrones, remolcadas, slugging y OPS, además de encabezar varias categorías ofensivas adicionales como extrabases y bases totales.

En cuanto a reconocimientos, fue ganador de tres premios Bate de Plata, un premio Roberto Clemente por su labor humanitaria, recibió dos invitaciones al Juego de Estrellas y fue galardonado como el Jugador del Año de las Grandes Ligas en el 2000. Además, es miembro del Nivel de Excelencia de los Blue Jays y del Salón de la Fama del Béisbol en Canadá, lo que prueba sus credenciales como uno de los bateadores más completos de su era.

Sin embargo, ser un bateador completo no necesariamente significa pertenecer a la élite o ser un jugador de calibre histórico. Iniciando por el hecho de que Delgado nunca ganó un premio de Jugador Más Valioso y solo fue finalista una vez, quedando segundo en 2003. Lo más cerca que estuvo fuera de esa ocasión fue en el 2000, donde terminó cuarto.

Tampoco tiene un historial de postemporada que pueda considerarse destacable, ya que solo participó en la de 2006 con los New York Mets, aunque con números sumamente productivos en los 10 partidos que jugó.

Retomando lo dicho sobre su gran bateo en la Era de los Esteroides, aunque ciertamente nunca se le ha vinculado al uso de sustancias, tampoco se puede decir que fue el mejor de su época. Otros jugadores aprovecharon un entorno sumamente ofensivo para colocar mejores números y, tomando en cuenta su posición como primera base, es notorio que queda rezagado en varios departamentos.

Iniciando con su WAR de 44.3, el cual está muy por debajo del promedio para los primeras bases que entraron a Cooperstown, cuyo rango se sitúa entre 60 y 65. Su OPS+, aunque sólido en 138, también queda corto frente al promedio de los inicialistas del Salón de la Fama, que ronda 150. Adicionalmente, fue un pobre defensor de la inicial, acumulando menos 36 carreras defensivas salvadas, lo que indica que su defensa costó 36 carreras a sus equipos a lo largo de su carrera.

Al compararlo con otros inicialistas que no han entrado a la inmortalidad y que tal vez no entren, se nota que el caso de Delgado palidece. John Olerud tuvo un WAR de 58.1, ganó dos Series Mundiales y fue un defensor claramente superior, aunque no recibió la votación suficiente para entrar. Keith Hernández, probablemente el mejor defensor en la historia de la primera base tampoco ha logrado entrar a pesar de sus 11 Guantes de Oro y su ofensiva productiva. Incluso Mark Teixeira, que tuvo una carrera más corta que Delgado, terminó con un WAR superior de 50.5.

Si lo comparamos con un caso que sí entró, tras seis años en la boleta, Todd Helton, sus números muestran una diferencia clara. Helton acumuló un WAR de 61.8, con OPS de .953 y OPS+ de 133, además de ser un defensor significativamente mejor.

Finalmente, está la cantidad de hits. Aunque existen múltiples casos de peloteros que han entrado al Salón de la Fama con menos de 2,100 hits, en el caso de los primeras bases el promedio ronda los 2,900 hits, considerando excepciones puntuales relacionadas con la defensa. Delgado terminó su carrera con 2,038, un número bajo para la posición en términos generales.

Carlos Delgado fue, sin duda, uno de los bateadores más completos y consistentes de su generación, además de una figura emblemática del béisbol puertorriqueño en MLB. Su perfil como bateador le ayudó a construir un caso de estudio importante de cara a la inmortalidad, pero cuando su trayectoria se coloca en el contexto histórico adecuado y se compara con los estándares que han definido a los inicialistas que entraron al Salón de la Fama, mientras que se nota la falta de logros individuales de élite, un WAR claramente por debajo del promedio de los primeras bases inmortalizados y sus debilidades defensivas, se puede vislumbrar que es posible que su caso no encuentre la tracción suficiente para entrar a Cooperstown.

Tomando todo esto en cuenta, aunque el Comité de la Era Contemporánea vuelve a abrirle una puerta que en su momento se cerró demasiado rápido, sigue siendo válido cuestionar si su carrera verdaderamente merece la entrada a Cooperstown.