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Barcelona: Otra vez la cara de la vergüenza

LIVERPOOL -- TER STEGEN. Superado. Sufrió mucho. De entrada con el gol de Origi, luego sacando un obús a Robertson y, por fin, entregándose a Wijnaldum en sus dos latigazos consecutivos. Tantas veces salvador, esta vez no alcanzó.

SERGI ROBERTO. Agobiado. Si Valverde apostó por su mejor combinación por encima de Semedo, se demostró que excesivamente obligado en defensa, pasó por demasiados problemas.

PIQUÉ. Incrédulo. Pareció sobreponerse a la pesadilla inicial… Y acabó entregado a una pesadilla absoluta. Superado por arriba y por abajo, sin entender nada.

LENGLET. Entregdo. Origi y Wijnaldum le provocaron una noche que no olvidará.

JORDI ALBA. Desconocido. Mal acompañado por Coutinho, no supo si subir o bajar. Tuvo dos ocasiones de oro para matar la eliminatoria, con el 1-0, y las desaprovechó.

BUSQUETS. Roto. No alcanzó a dar fiabilidad al juego ni, tampoco, pudo frenar el ímpetu del Liverpool. El equipo se rompió por su zona.

RAKITIC. Incapaz. Superado de principio a fin, no le dio seguimiento al juego como se esperaba. Ni ayudó ni tuvo personalidad hasta ser sustituido por Malcom.

ARTURO VIDAL. Incansable. Mantuvo al equipo en la primera mitad, corriendo sin descanso, peleando y yendo a todas… Hasta que se le acabó la gasolina y fue sustituido por Arthur.

COUTINHO. Invisible. Estuvo en el campo. Simplemente. Una actuación, otra, que le señala hasta ser sustituido por Semedo.

MESSI. Incrédulo. Quiso pero no pudo. Lo intentó de todas las maneras pero de la misma forma que no tuvo su mejor noche le faltó acompañamiento.

SUÁREZ. Estrellado. Sigue sin marcar en Europa lejos del Camp Nou… Y el equipo lo pagó porque tuvo hasta 2 grandes oportunidades para matar la eliminatoria.

SEMEDO. Remedio. Entró a por Coutinho, mantuvo mejor la posición. Poco más se le podía pedir.

ARTHUR. Inerte. Entró para cambiar la personalidad del equipo. No lo consiguió ni de casualidad.

MALCOM. Invitado. Entró para buscar el milagro imposible. Eso, imposible.