MADRID -- Liverpool conquistó su sexto título de Champions League tras vencer por 0-2 al Tottenham en el encuentro disputado este sábado en Madrid. Fue un partido tenso, y con poco futbol ofensivo, pero que quedará marcado por momentos de gran emotividad – desde el tanto de Salah desde los once pasos, que aunque rodeado de polémica, le hacía justicia a su temporada, hasta las paradas en serie del brasileño Alisson que cortaron la respiración al Wanda Metropolitano en pleno.
EL VAR
El VAR se estrenó en una final de Champions League con una decisión polémica. El tiro penal con que el Liverpool se puso 0-1 por delante a los 23 segundos condicionó el resto del encuentro.
Tras asegurarse la ventaja por conducto de Salah, el conjunto red se abocó a lo que mejor le sale: ahogar al rival con una presión intensa y en espera del contraataque. Liverpool cedió el balón (en ningún momento pasó del 40 por ciento de la posesión) y se encomendó a su juego defensivo para mantener el resultado. Y aunque Tottenham supuso un peligro en los últimos minutos, el plan salió sobre ruedas. Eso no habría sido posible si el videoarbitraje no concede el tiro desde los once pasos después al interpretar como mano un balón estrellado en Sissoko.
LA DEFENSA DE KLOPP
Alisson volvió a hacerlo. El brasileño cerró su brillante temporada justificando con cinco atajadas los 84 millones de euros que el Liverpool pagó por su fichaje. Su actuación fue clave, sobre todo, en la recta final del encuentro, para asegurar la victoria que le dio a los Reds su sexto título como Campeón de Europa.
A diez minutos del final, el arquero de 26 años se lució con una doble parada, a un remate de Son, primero, y Eriksen después. Moría ya el partido cuando volvió a lucirse en el último remate del danés. Dos minutos después, Origi puso el 0-2 definitivo.
La contribución del resto del aparato defensivo de Jürgen Klopp fue igual de importante que los reflejos del brasileño, particularmente, la de los centrales Joel Matip y Virgil van Dijk, que sumaron 15 despejes entre los dos y apenas permitieron que la delantera de los Spurs pisara su área. El capitán Jordan Henderson tambIén fue crucial en la recuperación en la media.
ORIGI, LA PESADILLA INESPERADA
Mohamed Salah, cumplió con la expectativa como uno de los hombres decisivos de cara a puerta. El atacante aprovechó su gran oportunidad desde los once pasos para anotar el tanto que marcaría el camino que seguiría el encuentro. Aunque el egipcio no dejó de luchar, no tuvo una gran incidencia en la puerta.
El mayor peligro del Liverpool llegó por las bandas con las descolgadas de sus laterales y no fue hasta que Divock Origi entró al terreno de juego para sustituir a Firmino, que los Reds supusieron un verdadero peligro. El atacante belga, héroe inesperado de la semifinal ante Barcelona, volvió a encumbrarse en el revulsivo más determinante del torneo.
En poco más de media hora, apenas tuvo el balón. Registró 14 toques, menos que cualquier otro jugador de su equipo, y completó solo ocho pases. Pero con un balón, un disparo a puerta – de los tres que registró su equipo - tuvo suficiente para sentenciar con el 0-2 a tres minutos del final.