MADRID -- Zinedine Zidane aseguró que “no” piensa en la posibilidad de ser despedido si el Real Madrid eliminado en la fase de grupos de la Champions League porque prefiere centrar sus energías en el decisivo partido que su equipo jugará contra el Borussia Monchengladbach el miércoles.
El Real Madrid llega a la última jornada de la fase de grupos dependiendo de sí mismo y si consigue una victoria ante los alemanes estará de manera automática en los octavos de final pase lo que pase en el otro encuentro entre Inter de Milán y Shakhtar Donetsk. Además, si el Madrid empata y el equipo ucraniano pierde, también pasará de ronda.
“El club hará lo que tiene que hacer. No pienso en eso. Quiero hacerlo bien en el partido de mañana con mis jugadores. El club hará lo que tiene que hacer como siempre, pero no pienso otra cosa”, declaró el francés al ser preguntado sobre su posible destitución.
“El pasado pasó. Lo importante es el presente y el futuro. Sabemos la situación y va a pasar lo que va a pasar. Estoy convencido de que mañana haremos un gran partido”.
La buena noticia para Zidane es que recupera a Sergio Ramos y Dani Carvajal pero Jovic ha vuelto a lesionarse y estará tres semanas en el dique seco por una “tendinosis de la musculatura aductora de la pierna derecha”. Del mismo modo, Martin Odegaard ha vuelto a tener molestias musculares y tampoco estará en el partido, al igual que Eden Hazard y Mariano; que siguen recuperándose de sus dolencias.
“Lo que queremos es ganar y acabar la fase como primeros. Todos los partidos son importantes. Es otra oportunidad para demostrar lo que somos como equipo”, comentó Zidane ante un partido en el que, según sus palabras, no contempla otra cosa que la victoria.
“No contemplo ni pienso eso. Es un partido de Champions y lo que queremos es pasar. No contemplo otra cosa. El pensamiento de los jugadores es el mismo. Desde ahí podéis opinar y hablar, es vuestro trabajo, pero nosotros sólo pensamos en ganar”.
El entrenador del Madrid quiso dejar claro que “todos los jugadores y el club” están “acostumbrados a jugar bajo presión” y saben lo que se juegan. “Hay que gestionar las emociones y preparar bien las cosas. Desde fuera se puede hablar mucho...”, manifestó.
Precisamente por eso ESPN informó la semana pasada que, en caso de derrota frente al ‘Gladbach, Zidane quedaría muy tocado al frente del banquillo blanco. Un juicio que no es nuevo y ante el cual Zidane quiere pasar inadvertido.
“Juicio en el primer partido, en el segundo... Lo que me importa es pensar en el encuentro y hacer las cosas bien. Tenemos capacidad para demostrar lo que somos como equipo. No entro al resto. Nosotros pensamos únicamente en pasar de ronda. No valoramos otra cosa. Nos preparamos para hacer un gran partido que tendrá dificultades. Somos positivos y sólo pensamos en la victoria para conseguir los tres puntos”, finalizó Zinedine Zidane.