Ronnie Fernández, de gran momento en el Bolívar, recordó su paso por la Universidad de Chile, donde pasó de ser uno de los jugadores queridos a los más criticados por la irregular temporada de los estudiantiles, después de asumir un rol importante dentro del camarín, siendo incluso capitán, en momentos difíciles para un elenco laico que logró zafar por segundo año consecutivo del descenso.
"Lo de la U fue particular, independiente de lo negativo, fue un grato aprendizaje. Si no tomábamos esa bandera un par de jugadores, no sé si la U no hubiese descendido. Cuando uno deja y entrega todo se va con paz y tranquilidad", reconoció en conversación con radio ADN.
"No tuve que arrancar, tengo contacto todavía, no tengo las puertas cerradas, no me despidieron, no me echaron por atrás, fue todo en una conversación. Puedo gustar a unos y otros no, pero siempre di la cara dentro y fuera de la cancha. Mi paz y sanidad mental es porque acá no tengo que hacerme responsable de otras cosas", añadió.
Además, agregó: "No puedo negar y decir que, independiente de todo lo que se hablaba, porque llegué siendo superhéroe y terminé siendo el peor refuerzo de la historia. Es un sube y baja del fútbol, que se entrega partido a partido. Si hubiese tenido un par de jugadores que hoy están en la zaga de la U, quizás habría sido distinta o quizás no. Quizás debía pasar por eso para estar en este presente".
Por último, Fernández sostuvo: "Me gusta trabajar, soy profesional, sé mis limitaciones y virtudes. Si resulta bien si no, no. Hay momentos malos y buenos, que no son responsabilidad de un jugador. El análisis hacia afuera es muy fácil, es sencillo, de 10 minutos, y por atrás pasan otras cosas, momentos, sacrificios".