Cobreloa venía de una dura derrota ante Universidad de Chile en el Nacional (4-0) y cayó de lleno en la zona roja de la tabla, reviviendo así los fantasmas del descenso. Por eso es que el enfrentamiento ante Coquimbo Unido -que ha bajado notoriamente su rendimiento en al segunda rueda del torneo nacional- era esencial en sus aspiraciones de sacar la cabeza del agua, y lo logró, con dificultades, pero lo logró.
Tras un primer tiempo de pocas emociones y con dominio alternado, el entrenador naranja Dalcio Giovagnoli realizó los cambios necesarios para darle más sustancia ofensiva a su equipo: hizo ingresar a Naheil Donadell por el joven atacante Patricio Romero, y le indicó a Cristian Insaurralde que cambiara de perfil para hacer diagonales.
Acertó el DT de los mineros porque Cobreloa comenzó a llegar al área rival y a convertir al portero coquimbano, Diego Sánchez, en figura.
Coquimbo, la verdad, salvo un par de contraataques mal definidos, sólo atinó a tratar de conservar la igualdad, pero a los 79’, el lateral Jorge Espejo, en una gran jugada personal, derrumbó las ilusiones piratas y puso a Cobreloa, por ahora, fuera del área peligrosa de la tabla al alcanzar 24 unidades, cinco sobre Copiapó y cuatro arriba de Unión La Calera. Además, ahora esperará confiado en su reducto su partido del domingo próximo ante su rival más clásico: Colo Colo.
Coquimbo, en tanto, se estacionó en los 36 puntos y deberá buscar los tres puntos ante el líder Universidad de Chile el sábado el el puerto si quiere seguir en la pelea por el título. No la tiene fácil.