El bicampeonato obtenido por Universidad Católica fue especial para César Pinares por ser el primer torneo de Primera División que logra en su carrera y lo consiguió siendo una de las grandes figuras del equipo dirigido por Gustavo Quinteros.
En conversación con El Mercurio, el volante mostró su felicidad por encontrar réditos en su primera temporada con los Cruzados: “La obtención del título es un sentimiento muy lindo, estoy contento disfrutando con mi señora, con mis hijos, mi papá, mi mamá. Valió la pena cada esfuerzo que se hizo durante el año, así que estoy feliz”.
Sin embargo, el desenlace no fue como esperaba por el abrupto final de la competición tras el estallido social vivido en Chile: “Queda un sabor medio agridulce por no haber podido jugar y haber obtenido esos puntos que nos faltaban para ganar el campeonato en cancha, pero bueno, ya está, teníamos una diferencia muy amplia y eso todos lo saben”.
“Quedó marcado que fuimos el mejor equipo de Chile, con mucha humildad lo sacamos adelante, nunca dimos el brazo a torcer por la cantidad de puntos que llevábamos sobre los demás. Tuvimos mucha humildad, es un buen grupo y ya está”, comenta.
Durante este año, el mediapunta disputó 20 partidos, anotó cinco goles con la camiseta de la franja y entregó cinco asistencias.