El fútbol es un imprevisto constante. Por centímetros, minutos o por un diálogo todo puede cambiar rotundamente. La historia de Santiago Giordana con Millonarios empezó de la mejor manera con gol y título incluido, aunque sus caminos se encontraron inesperadamente cuando el Embajador buscaba un atacante del fútbol peruano.
Alberto Gamero necesitaba un refuerzo en ofensiva. La presencia de Leo Castro ya era insuficiente para llenar un espacio en el que el samario dijo sentirse sin mucha posibilidad de cambio. Un delantero centro era imperioso, más aún con el retiro de Fernando Uribe a fines de 2023. En ese contexto, un nombre apareció en la carpeta de Millonarios: Pablo Sabbag.
El entrenador del Embajador reveló en ESPN F90 que el primer apuntado para jugar en el Azul era el atacante ex-Equidad y que todo iba encaminado, pero al final por cosas del destino, las charlas no llegaron a buen puerto.
"Lo de Giordana fue un caso de esos que suceden a veces en los equipos. Nosotros íbamos a traer a Pablo Sabbag, ya habíamos hablado, pasa que Equidad tenía un compromiso con Alianza de que si querían hacer uso de él, se iba para allá. Yo hablé con él cuando estaba en Perú, estábamos a la expectativa de que Alianza no haga uso de su opción", dijo el entrenador.
Finalmente Sabbag no fue el elegido y siguió con su carrera en el Blanquiazul de Perú. Con este jugador que se tachaba de la carpeta de apuntados, Gamero recordó un nombre que le habían dicho cuando buscaba un refuerzo en el fútbol peruano. "Santiago Giordana", el concepto que se le vino a la mente al DT.
"Me puse a ver los goles de Pablo y recordé que alguien me dijo el nombre de Giordana. Sabbag había hecho 10 u 11 goles y Giordana 22. Me puse a repasar sus goles, movimientos y yo veía que a veces no jugaba de delantero sino de extremo, me pareció interesante. Mandé el nombre, llegó a la Junta Directiva y se indagó sobre sus derechos deportivos".
El resto es historia. El argentino aterrizó en Bogotá, se puso la camiseta del Embajador y respondió inmediatamente con gol, sacrificio y un estilo que se complementó muy bien con Leo Castro en sus primeros juegos. Gamero sumó un apellido importante para fortalecer una zona endeble, donde también hay jóvenes con proyección que serán importantes en un 2024 lleno de competencia y con un objetivo entre ceja y ceja: la CONMEBOL Libertadores.