El juego entre Millonarios y Deportivo Cali terminó con polémica. Cuando parecía que ya nada más podía pasar en Bogotá, el arquero Diego Novoa encendió la polémica y generó el enojo del Azucarero ante un posible penal que no fue pitado.
El portero reemplazó a Álvaro Montero en El Campín y fue la gran figura del local tapando varias pelotas peligrosas. De hecho, hasta casi el pitazo final se lo vio evitando la segunda conquista de Cali, lo que hubiese sido un verdadero baldazo de agua fría para los de Gamero.
Luego de una de sus atajadas, y cuando ya se jugaba el tiempo agregado, el portero tuvo un careo ante Andrey Estupiñan y lo rozó con su antebrazo en la cara, generando que el futbolista visitante se tire dentro del área.
El juego se detuvo por unos minutos y los jugadores del Verdiblanco rodearon a Nicolás Gallo, que no fue llamado por el VAR para revisar la jugada y decidió que el juego se reanude con un bote a tierra.