Llegó a finales de agosto entre la desconfianza del fútbol colombiano y ahora disputará las finales de liga y Copa Colombia. Efraín Juárez le devolvió alma a Nacional.
Esa mañana del lunes 27 de agosto fue convulsionada. Sacudió la infraestructura deportiva del equipo. Sacó al técnico Pablo Repetto con apenas seis meses en el cargo. Entre horas de vértigo anunció al mexicano en su reemplazo. "Queremos anunciarles que hemos elegido al nuevo Director Técnico del equipo profesional masculino, Efraín Juárez Valdéz", avisó.
Mientras sus hinchas se enteraban de su experiencia como asistente en New York City de la MLS, Standard Lieja y Brujas de Bélgica, el club justificó que “reúne las características necesarias en el ámbito profesional y personal y cuenta con el respaldo institucional”
Mirado de reojo por la tribuna de Nacional
La designación descolocó a la hinchada. Con el uruguayo estaban terceros en la séptima fecha y había señales de recuperación tras un primer semestre de eliminación en fase dos de Conmebol Libertadores y sin participación en los cuadrangulares.
Efraín fue recibido con sospechas. Lo sintió de entrada. “Estoy feliz, estoy cumpliendo un sueño. Llegar al mejor equipo de Colombia y uno de los mejores del continente es un sueño hecho realidad. Estoy preparado para el reto, hay muchas dudas y es normal”, expresó.
Poco a poco puso las cosas a su favor. Su propuesta de fútbol ambicioso convenció. Con menos equilibrio al principio y ajustes posteriores que lo hicieron candidato. Laterales altos, mediocampo dinámico, extremos fiables. Alternativas de juego interior o por las bandas, respaldo colectivo en defensa para evitar sorpresas en contras del rival.
Fue el mejor de los ocho de cuadrangulares. Hizo más puntos que todos, 13; más goles, 13 y recibió cuatro. Favoritismo justificado.
Indisciplina y derrota de escritorio
El vestuario se descontroló en sus primeras semanas. Algunos jugadores fueron sancionados por indisciplina y uno de sus goleadores, Alfredo Morelos, resultó involucrado en un accidente de tránsito. La crisis se conjuró puertas adentro.
Uno de sus mejores partidos se resolvió en el escritorio por la violencia en las tribunas del Atanasio Girardot. Con mucha superioridad vencía 2-0 a Junior y una gresca entre aficionados lo suspendió por falta de garantías a los 55'. La Comisión de Disciplina de Dimayor entregó los puntos a los barranquilleros y sancionó su plaza con seis partidos sin público.
Críticas por sus festejos en Nacional
El mexicano transitó esta experiencia en medio de tormentas. Sus celebraciones efusivas en el clásico ante Independiente Medellín generaron reproches de las autoridades de la ciudad y castigos de la Dimayor. Ese 17 de noviembre la Policía lo retiró del estadio para atender diligencias en una estación.
"Lo que se hizo allí al término de la rueda de prensa donde participó el técnico, algunos funcionarios de Nacional decirle al señor que atendiera la diligencia con personería y con inspección de Policía. Así pues, la medida que ya se vaya a tomar como tal por parte de la inspección es una decisión autónoma, simplemente lo que se hizo como Policía Nacional es atender la orden del Puesto de Mando Unificado frente a decirle al señor que acompañara la diligencia que en este caso fue una notificación a comparecencia ante inspección de Policía", explicó el brigadier general William Castaño Ramos, comandante de la Policía Metropolitana de Medellín.
Se habló de castigos desproporcionados de parte del municipio, de hasta tres años sin entrar al estadio y menos severos desde el fútbol colombiano. Nacional hizo de la defensa del técnico su prioridad y consiguió reducir sanciones.
Juárez devolvió alma a Nacional
La intensidad con que vivió estos meses alentó la solidaridad de los hinchas. Lo arroparon en los momentos más difíciles. Sus jugadores también lo acompañaron y el grupo se siente blindado a las adversidades. Está con él.
Lo respaldó con rendimiento futbolístico. Su campaña para las dos finales locales es impecable.
“Tenemos tantas rajadas, tantas cosas que nos volvemos, si se puede decir, disfrutamos el dolor y nos hace más fuerte, soy un tipo que viene a este gran país a trabajar con honestidad, a unirme al club más grande de Colombia y a aportar mi grano de arena. Esto es meramente de jugadores, club e hinchada. Al jugador, mis respetos, he tenido la oportunidad de estar en varios vestidores, pero este es el mejor por la forma en la que se han superado”, manifestó.