Deportes Tolima necesitó más de su capitán Yeison Guzmán en Ibagué. Generó la jugada del empate 1-1 que dejó la final abierta contra Nacional.
Es el jugador de mayor aporte en ataque del año con 18 goles y nueve asistencias. También caudillo del plantel. Rindió menos de lo esperado en la primera final de la liga colombiana.
Jugó en zona habitual rodeado por sus mediocampistas y extremos de siempre. Pudo dar más en la primera final. Desde el inicio estuvo incómodo con el partido físico propuesto por los antioqueños. Lo limitaron al máximo entre Juan Zapata, Jorman Campuzano y Sebastián Guzmán.
El local tuvo el dominio del balón, pero sin influencia en los pases. El 10 dio 67 buenos de 88, la mayoría sin peligro ofensivo. Le faltó más respaldo de Juan Pablo Nieto sin precisión para entregar y ordenar, por lo que buscó ir a otras posiciones.
“Yeison jugó donde siempre ha jugado. Él por su inteligencia busca lugares dónde crear ventajas, por fuera, otras veces por dentro y otras, depende de qué jugadores tiene cerca. No hubo una instrucción distinta y no tuvo posicionamientos distintos”, explicó el técnico David González.
Mejoró con la expulsión de Guzmán. Brayan Rovira lo activó y apareció con su juego. Lanzó el envío a Brayan Gil al área, controlado con el pecho para el remate potente de Gustavo Ramírez. Le dio sentido a todos los rebotes que sirvió Nacional con sus centros.
En 90' se impuso en dos duelos de tres, creó una opción, remató dos veces y recuperó cuatro veces.
Con la final abierta, deberá confirmar en el Atanasio Girardot sus números sobresalientes en ataque.