SALVADOR (Enviado especial) -- Se paró frente a la valla y esperó un largo rato junto a una amiga. Short de jean, una bandera de Argentina en la cintura y una musculosa blanca con la imagen de un león. Para esperar a Leo.
Fernanda es brasileña, nacida en Salvador. No es una fanática más de Messi. Para la joven de 21 años, el 10 de Argentina es una inspiración, un ejemplo de superación.
Una vez que la Selección regresó del entrenamiento en Vitoria, los jugadores empezaron a caminar rumbo al ascensor. Fernanda tenía un solo objetivo: Lionel Messi.
Llamó su atención con un grito, el crack de Barcelona aceptó la foto y a partir de ese momento, no pudo contener la emoción. Salió corriendo rumbo a un sillón para ver la imagen, se puso a llorar desconsoladamente, con una sonrisa de oreja a oreja y sus manos temblando.
Pidió un minuto para recuperarse y en un claro castellano, contó el motivo de felicidad: "Leo es un ejemplo para mí, que sufrí problemas de salud y con mi familia. Siempre lo miro, es un líder. Desde chiquito tuvo problemas y los pudo superar. Hoy tiene una gran familia, una gran carrera en el fútbol, toda su vida es perfecta".
"Ha soportado críticas, incluso de argentinos que no lo quieren, pero para mí es el mejor del mundo", agrega la defensora número 1 del crack de Barcelona.
Este domingo 16 de junio de 2019 quedará marcado para siempre en su vida. Y su emoción tardará bastante tiempo en bajar su intensidad.