En cinco de semanas de competencia oficial, Reinaldo Rueda llevó a la Selección Colombia hasta las semifinales de la Copa América y la metió en el repechaje al Mundial. El equipo aumentó en carácter y solidaridad. La falta de gol es alarmante y necesita fútbol elaborado.
La eliminación contra Argentina cortó el sueño de otro título después de 20 años. Esta semifinal fue un premio a la combatividad con la que disimuló la debilidad para generar opciones además de la poca contundencia de sus delanteros en el área. El DT aprueba con lo justo. Se nota su trabajo. Sin embargo, tiene cosas por corregir. Cuesta avanzar encadenando empates.
4-4-2 con los jugadores en posiciones naturales
El esquema es uno de los aciertos de Rueda. Mostró versiones más austeras y otras atrevidas. La mejor se vio contra los argentinos con los futbolistas en sus posiciones naturales: Luis Díaz y Juan Guillermo Cuadrado como extremos, Rafael Borré como segunda punta, Wilmar Barrios de cinco posicional. En el segundo tiempo arriesgó con cambios de zonas que desordenaron. Daniel Muñoz al lado de Barrios, Juan Guillermo de lateral. Colombia sufrió como nunca.
Necesita el fútbol de James o Quintero
La Selección sumó memoria táctica para moverse como un bloque de líneas juntas. Así maniató a Brasil y a Uruguay. Se hizo más rocoso pero perdió frescura con la pelota. Lanzó pases largos con Edwin Cardona que hicieron daño frente a Perú y los albicelestes, pero extrañó el desequilibro de los diferentes.
El regreso de James Rodríguez o Juan Fernando Quintero en posición de media punta o falso nueve, aportaría para esa tarea. Un buen complemento para la disciplina de pizarrón que mostró en el torneo.
Pocos goles y delanteros en blanco
En seis partidos de la Copa hizo cuatro anotaciones. Un balance pálido por la calidad de atacantes: Duván Zapata, Luis Muriel, Rafael Borré y Miguel Borja. Solo anotó el exJunior de pena máxima.
Esa fue una de las posiciones más sacrificadas por la necesidad de probar que se permitió Reinaldo o las adversidades para completar la titular. Inventó a Zapata de extremo izquierdo, alejó a Borré del área por su idea de respaldo colectivo. Colombia no generó opciones y a sus delanteros los consumió la ansiedad.
Hay solidaridad
El grupo está unido. Se nota en la cancha. Se multiplicó la solidaridad y crecieron los liderazgos de David Ospina y Juan Guillermo Cuadrado. A ese compañerismo y credibilidad en el entrenador, debe sumarse fútbol.