Fernando Uribe volvió a jugar después de seis meses. Lo hizo en medio de un partido complicado para Millonarios. La falta fútbol, pero aportó liderazgo en la victoria 2-1 ante Universidad Católica que lo clasificó en CONMEBOL Libertadores.
El técnico Alberto Gamero dio un golpe de timón en el entretiempo. Su rival ecuatoriano estaba en ventaja 0-1 aunque con 10 jugadores por la expulsión de defensor central Franklin Guerra. Sacó un mediocampista. Pasó del 4-2-3-1 al 4-1-3-2 con dos delanteros. Eligió al atacante de 35 años para acompañar a Leonardo Castro.
Su retorno tras seis meses por recuperación de lesiones se dio con el partido en llamas. Contexto que conoce y al que aportó su experiencia. Le faltó fútbol porque apenas tocó el balón 17 veces. Fue incondicional en la entrega para la presión alta colectiva, atraer la atención de defensores y abrir oras zonas de ataque que encaminaron remontada.
"Para nosotros es una alegría y una satisfacción. Creo que cuando Fernando Uribe entró nos dio esa sensación de que entró alegre y motivado. Yo soy una persona que se alegra cuando le va cómo le fue hoy", dijo el DT.
En 45 minutos, perdió un duelo aéreo, ganó uno en ataque y recuperó cuatro veces la pelota. La exigencia física por la clasificación lo agotó rápido. Con oficio, aguantó hasta el final ante el desgaste de Castro.
"Me alegro mucho porque sé de las dificultades que ha pasado, sé de los momentos duros por los que ha pasado y hoy ha sido un momento agradable para él. No lo tenía presupuestado para los 45 minutos, es más, cuando iba a hacer el cambio, lo iba a hacer por Uribe porque no quería que jugara los 45 minutos, pero Castro me mostró que estaba cansado", añadió el entrenador.
Compensó la falta de fútbol con actitud. Así también se gana. Y se clasifica en Libertadores. Uribe lo sabe.