El partido de octavos de final en la Copa Libertadores entre Santos e Independiente fue suspendido al minuto 81 debido a enfrentamientos entre pseudoaficionados albinegros y policías, en una de las cabeceras del Estadio Municipal Paulo Machado de Carvalho, en Sao Paulo.
El choque se produjo después de que fueran arrojados petardos y bengalas por parte de algunos hinchas y el intento de estos por invadir el césped, lo que obligó a intervenir a las fuerzas de seguridad.
Minutos más tarde y a falta de condiciones para celebrar los minutos restantes del encuentro, el colegiado Julio Bascuñán decidió poner fin a éste de forma prematura, sin embargo los roces entre uniformados y civiles continuaron durante momentos posteriores.
El encuentro de vuelta en la ronda de los mejores dieciséis se encontraba empatado a cero al momento de su cancelación, sin embargo los 'peixe' estaban eliminados de la competición debido a la derrota por 3 a 0 que se decretó en el escritorio tras la alineación indebida del exjugador de Monterrey Carlos Sánchez.