La base mexicana de aquel Cruz Azul ayudó a Javier Aguirre a lograr el boleto al Mundial del 2002.
MÉXICO - Si el portero Óscar Pérez tiene un recuerdo imborrable de su carrera fue la Copa Libertadores que jugó en 2001 con Cruz Azul, y tal era la euforia de los aficionados que parecía que estaba jugando la selección.
"Lo que pasó en la Libertadores no lo he visto con otro equipo, el efecto que causó Cruz Azul, no quiero hablar de más, pero la gente se metió y parecía que estaba jugando la selección, el estadio Azteca se llenaba a más no poder", recordó.
En una entrevista en el "Franjatón", el portero recordó que la motivación de la gente fue vital para quedarse a un paso del título, luego de perder la final con Boca Juniors.
Luego de eliminar al Cerro Porteño paraguayo en octavos de final, llegaron los argentinos River Plate, Rosario Central y Boca Juniors para medirse a la Máquina, y solo el cuadro xeneize pudo frenar su paso.
"Era espectacular, la gente se involucró de forma espectacular, fue una motivación y aliciente grande para encarar los juegos, hay que decirlo, nos tocaron equipos de jerarquía, importantes, con nombre, eso hizo que tuviera el efecto".
Ese equipo celeste fue la base de la selección nacional que retomó el camino bajo las órdenes de Javier Aguirre y salvó la eliminatoria mundialista para llegar a la Copa del Mundo Corea-Japón 2002.
Aunque aquella ocasión toda la afición se unió, dejó en claro que la más importante es la de Cruz Azul, pues pese a las críticas y más de 22 años sin ver campeón a su equipo sigue presente.
"Creo que últimamente ha pasado mucho, se han hablado cosas, al final me parece que la afición más importante es la de Cruz Azul, pase lo que pase, con lo que hablan y dicen, el aficionado azul siempre está ahí, en momentos malos y buenos", apuntó.