Mauricio Larriera, técnico de Peñarol, se despidió de la Copa Sudamericana manifestando su conformidad por lo expuesto por el equipo, dijo haberse sentido representado y agradeció a sus jugadores por volver a poner al club en el sitial donde considera debía estar.
“El balance desde el contexto es positivo en mucho aspectos. Ya veníamos con el resultado adverso de local lo que permitía a un buen equipo como el rival manejar las situaciones. De todas maneras me quedo con el esfuerzo de los futbolistas a los cuales agradezco hasta donde nos trajeron. En el partido de hoy hicimos un muy buen primer tiempo, muy parejo. Estaba mirando las estadísticas, donde uno puede recrear situaciones del partido, y tuvimos un nivel alto de posesión de pelota, pero no alcanza, no fuimos eficaces. Nos faltó el toque final, ya nos había pasado en el partido anterior”, comenzó diciendo Larriera en la conferencia de prensa.
El entrenador agregó: “La participación del equipo en el torneo me deja una sensación muy buena, hicimos una copa que hacía mucho tiempo no se hacía. Pudimos lograr que Peñarol regrese a un sitial. Estoy contento con la forma. El equipo me representó, tuvimos un alto nivel futbolístico, los números así lo dicen, salvo en esta última llave. Y estoy muy contento con la nobleza y la lealtad de los futbolistas y lo que más contento me pone fue que todos la tomaron como suya la idea. Me quedo con el equipo y la forma que recorrimos la copa”.
El entrenador explicó que la presencia de Pablo Cepellini por izquierda obedeció a un cambio táctico para brindarle más libertad a Facundo Torres para moverse por adentro.
Larriera finalizó diciendo: “La estadística dice una cosa y el resultado dice otra. No quiero irme de la conferencia sin felicitar al rival, que ganó en justa ley, y un pensamiento que va para toda América: los finalistas de las copas son todos brasileños”.