Los liguistas deberán de jugar a puerta cerrada en su próximo compromiso tras los actos racistas que ocurrieron en el clásico
La próxima vez que la Liga Deportiva Alajuelense vaya a ser local por el Torneo Apertura 2023, el siguiente 14 de septiembre, fecha en la que reciben a Cartaginés, deberán de jugar sin la presencia de aficionados.
Esto se dio debido a que este martes, el Tribunal Disciplinario de la Federación Costarricense de Fútbol expuso el castigo que tendrán los manudos debido a que el pasado domingo se presentaron actos discriminatorios y racistas en las gradas del inmueble, en perjuicio de futbolistas del Deportivo Saprissa.
“El club manudo deberá pagar una multa de 1.050.000 colones y fue sancionado con jugar a puerta cerrada el próximo partido que dispute de local en el campeonato nacional, lo anterior de conformidad con lo establecido en el artículo 47 inciso 1.c acápite I del Reglamento Disciplinario del Fútbol de la Primera División, debido a que se dieron dos acontecimientos discriminatorios y racistas en el estadio Alejandro Morera Soto”, cita el comunicado de prensa.
Eso no fueron todas las sanciones que tendrán que cumplir Alajuelense, dado de que tendrán que desembolsar 315.000 más por diferentes infracciones como el retardar el inicio del encuentro, así como la obstrucción de las líneas amarillas de seguridad y también el ingreso de objetos no permitidos.
Este hecho ha causado muchas reacciones en el entorno futbolístico nacional ya que en las gradas del Morera Soto, un sector de aficionados tuvieron unos sonidos y actos racistas hacia jugadores como Jorfaeff Azofeifa, Javon East y Kendall Waston.
Ante ello, los jugadores del Saprissa expresaron su indignación con lo vivido y reclamaron a la Unafut el hecho de que se estuviera haciendo una campaña en contra del racismo, pero no se hiciera nada para detener el compromiso.