Con la salida de Hierro y el Piojo Herrera se terminó la aventura de los aztecas que comandaron el proyecto rumbo al Mundial 2026
La eliminación de Costa Rica rumbo al Mundial 2026 sigue cobrando consecuencias en la Federación Costarricense de Fútbol.
Este miércoles, en sesión extraordinaria, el Comité Ejecutivo tomó una decisión que ya se venía anticipando: Ignacio Hierro fue destituido como Director Deportivo de Selecciones Nacionales, el cargo más influyente después del presidente federativo.
La salida del mexicano era cuestión de tiempo. Su nombre quedó marcado desde que lideró la contratación de Miguel Piojo Herrera, técnico que terminó siendo despedido tras el catastrófico cierre de la eliminatoria. Con la Selección al margen del primer Mundial con 48 participantes, el descontento interno se acumuló hasta llegar al rompimiento definitivo.
Aunque bajo su gestión Costa Rica obtuvo clasificaciones a los Mundiales Sub-17 masculino y femenino, el objetivo central —la cita mayorista del 2026— se desplomó estrepitosamente. El golpe deportivo, financiero y de imagen fue demasiado grande para sostenerlo.
Hierro llegó a la Fedefútbol en diciembre de 2024, tras un discreto paso por Sporting FC. En la Federación asumió un rol decisivo: definir procesos, supervisar cuerpos técnicos, dar lineamientos metodológicos y proponer las ternas que el Comité Ejecutivo evalúa para nombrar entrenadores. Ahora, la silla queda vacía justo cuando más se necesita dirección.
La Federación confirmó que su sustituto será quien encabece de inmediato el proceso para elegir al nuevo seleccionador nacional. El procedimiento habitual incluye establecer un perfil técnico, evaluar candidatos, filtrar nombres y presentar una terna. Sin director deportivo, la estructura queda temporalmente sin su figura estratégica.
La destitución se suma al clima de tensión que rodea a la Federación desde la eliminación. En días recientes, voces como la de Erick Lonnis denunciaron supuestas interferencias externas en la revisión de listas, aumentando la presión sobre la dirigencia.
El golpe más fuerte, sin embargo, es económico: Costa Rica perderá millones de dólares por no asistir al Mundial, un dato que aceleró la urgencia de cambios.
Con el despido de Hierro, la Fedefútbol inicia un intento de reordenamiento para el 2026–2030. Ahora, todas las miradas se enfocan en la próxima decisión clave: ¿quién será el nuevo arquitecto del fútbol de selecciones en Costa Rica?