El histórico Rolo cuestionó la elección de Piojo, habló de un “fútbol enfermo” en la FCRF y analizó la actitud de jugadores tras el fracaso rumbo al Mundial 2026
SAN JOSÉ -- Rolando Fonseca, goleador histórico de La Sele y hoy analista, no necesita rodeos para explicar qué pasó con Miguel Piojo Herrera en Costa Rica.
En conversación con ESPN, el exdelantero resumió el proceso del mexicano con una frase que duele, pero que se ha vuelto termómetro de la crisis:
“Lo barato salió caro”.
Para Fonseca, la Fedefútbol nunca hizo el análisis profundo que exigía el perfil de Herrera y eso terminó pasando una factura enorme al fútbol tico.
El diagnóstico sobre el Piojo Herrera
Fonseca recordó que desde los primeros dos partidos de la fase final de la eliminatoria ya veía venir el desenlace:
“Cuando se presentaron los dos primeros partidos y vimos el funcionamiento de la Selección, yo alcé la voz. Dije: ‘Esto no va para nada, no pinta bien. No se ve trabajo, no se ve evolución’. Entonces no era nada de extrañarse lo que iba a suceder”.
Para él, el error no fue solo del entrenador, sino de quienes lo contrataron sin revisar sus antecedentes recientes:
“El único que se acomodó a las situaciones económicas fue Miguel Herrera. ¿Pero le hicieron el análisis del porcentaje de trabajo que venía con Xolos? No. Con Tigres, el rendimiento era muy similar al 38% que tuvo aquí. Ya venía con esos síntomas y eso nunca se le analizó. Esa es la gran responsabilidad del Comité Ejecutivo”.
Según Fonseca, la dirigencia se enamoró del precio, no del proyecto:
“Salió barato porque de ocho personas se ajustó a traer menos gente en su cuerpo técnico… pero salió muy caro. No solo por no clasificar, sino por todo lo que se perdió en el camino”.
El 38% de rendimiento y el golpe a la imagen del Piojo
El exdelantero también fue contundente al poner números sobre la mesa. Recordó que el rendimiento de Herrera en la eliminatoria fue de apenas un 38%, algo imposible de maquillar:
“Los números no te van a fallar. Ese 38% de rendimiento lo va a perseguir. Costa Rica es un país pequeño y a él, en su vida diaria, tal vez no le afecte tanto. Pero sus futuras contrataciones sí van a ser analizadas por estos resultados”.
Fonseca apuntó que el verdadero análisis deportivo de Herrera no se hizo antes de firmar el contrato, sino después del fracaso.
Lo que dijo Piojo al llegar a México
Al regresar a México, Miguel Herrera declaró que en Costa Rica se le trató “como si fuera un delincuente”. Para Fonseca, ese discurso intenta bajar el volumen a la crítica, pero ignora la raíz del problema:
“La conmiseración es esa lástima que usamos para buscar reconocimiento y respeto. Los números no lo defienden. Él puede decir que lo trataron como un delincuente, pero el análisis serio debe hacerse con datos: el rendimiento, el funcionamiento, las decisiones en la eliminatoria”.
El exseleccionado insistió en que el foco no es cómo se sintió el técnico al volver a su país, sino lo que hizo —o dejó de hacer— mientras dirigió a Costa Rica.
Más allá del banquillo, Fonseca también habló de la relación entre el Piojo y el vestuario. Para él, jamás se generó ese vínculo que sostiene a un equipo en los momentos límite:
“No tuvo un convencimiento con el plantel. Tal vez la relación jugador–técnico podía ser buena, pero un convencimiento real, donde usted convence al jugador para hacer cosas diferentes, no lo hubo. No hubo lectura de juego, no hubo una buena química en el sentido de identidad”.
Y dejó una imagen muy clara:
“Usted ve los goles de la Selección y ninguno va a celebrar con el técnico. Esos son mensajes pequeños, pero dicen mucho. Nunca hubo ese click”.
Fonseca también cuestionó ciertos gestos y actitudes del grupo en la eliminatoria que ESPN le mencionó, para él reflejan más que simples detalles logísticos:
Dudas para bajar del bus bajo la lluvia en Nicaragua y reconocer la cancha.
Desorden en Curazao, llegando al estadio justo cuando entrenaba Haití, en una escena que evidenció improvisación y falta de planificación.
Para él, esos episodios son parte de un mismo diagnóstico: Costa Rica dejó de comportarse como selección grande en los hábitos, no solo en el marcador.
Fonseca fue más allá de nombres puntuales. Sostiene que la crisis del Piojo es apenas un síntoma de un problema mucho más profundo: el modelo de poder dentro de la Fedefútbol.
“Nuestro ecosistema administrativo de Federación está enfermo. Nos enfermamos cuando todo se convirtió en político. Cuando el que manda no tiene nada de fútbol, pero sí un negocio dentro del fútbol. Cuando se negocian votos por viajes y sillas”.
Según el exgoleador, la estructura de 32 votos y los intereses cruzados han convertido al fútbol en un campo de batalla de egos:
“Es una mesa donde se sientan los egos, las envidias y el ‘primero yo y después el fútbol’. Si no se cambia ese ecosistema político, no va a pasar nada. Puedes cambiar nombres, pero el sistema sigue igual”.
Para Fonseca, la derrota en la ruta a 2026 no es un accidente aislado, sino la consecuencia lógica de años de malas prácticas administrativas y deportivas que nunca se corrigieron, a pesar de las oportunidades que dieron Brasil 2014, Rusia 2018 y Catar 2022.
