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María José Morales, legionaria de Costa Rica que pasó de no tener dinero para entrenar a brillar como futbolista profesional

María José Morales en micro ciclo de la Selección Nacional de Costa Rica. FEDEFUTBOL

Hubo días sin el dinero suficiente para poder entrenar y algunos profesores de su colegio se convirtieron en ángeles que le ayudaban a salir adelante, pero no fue una excusa para que la jugadora costarricense, María José Morales, cumpliera su sueño de llegar a ser futbolista profesional.

Morales es oriunda de San Miguel de Desamparados, San José, tiene 24 años y actualmente se encuentra en Ecuador militando con el Club Liga Deportiva Juvenil, pero es ficha de Herediano Femenino. En entrevista con ESPN confesó que, para lograr dar ese salto al fútbol extranjero, hay episodios de por medio que le enseñaron a crecer y superarse.

“Mi mamá tenía que regañarme porque llegaba a la escuela y lo primero que hacía era cambiarme para irme a jugar con amigos. Al tiempo se hizo una academia de Saprissa por mi casa, estaba entrenando ahí y, como me quedaba tan cerca, los fines de semana me metía ahí con ellos. Les expliqué mi situación económica y pues ellos me ayudaron con un tipo de beca, eso fue como un plus”; recordó Morales.

“Desde pequeña he tenido ángeles que me han ayudado a salir de esta odisea. Mi papá no me apoyaba mucho, pero mi mamá siempre estuvo. A veces tenía que entrenar y no me podía ayudar. Uno de los profesores del colegio me daba permiso de salir antes, tal vez yo no tenía plata, pero él me ayudaba hasta para subsistir durante toda la semana. Dios siempre pone pruebas que podemos superar”; añadió.

Ahora la futbolista vive su primera aventura representando a Costa Rica en otro país, fue una de tantas metas con las que soñaba cada noche mientras dormía. Por eso resaltó que esas pruebas, como no tener tantos recursos económicos en su hogar, la enseñaron a luchar por lo que tanto quiere.

“El estar ahora como legionaria es muy bonito, a veces estoy en contacto con esos profesores que tanto me ayudaron. Yo recuerdo que muchas veces tenía pereza de ir al colegio, pero ellos me regañaban porque querían verme triunfar y el deporte debe ir de la mano con los estudios. Al verme donde estoy ahora se sienten orgullosos, me lo demuestran y es una enorme satisfacción”; recordó.

Solo en la primera división del fútbol femenino en Costa Rica, Morales llegó a contabilizar más de 100 partidos y estuvo convocada a la Selección Nacional. Todo eso lo atribuye a la disciplina y constancia que una persona debe tener si tiene claro cuáles son sus objetivos.

“Cuando uno se mete en esto se empieza a madurar como persona y futbolista, uno se empieza a poner metas. Cuando estuve con la selección me tomó por sorpresa porque no lo tenía contemplado, fue una gran ilusión. Trabajé para eso y, cuando se dio la oportunidad de ser legionaria, tenía que aprovecharlo. Nunca quise quedarme con los ‘hubiese’ y por eso aquí estoy”; destacó.

El deporte es un arma esencial para que una persona pueda empoderarse, razón por la cual la jugadora costarricense, que se desempeña como volante de contención, finalizó la entrevista comentando cómo gracias al fútbol logró crecer como mujer y profesional.

“Al fútbol le debo muchísimo porque siempre he sido una mujer muy insegura y llena de temores. Por eso considero que el deporte me hizo crecer en ese tipo de áreas. Esta es mi primera experiencia que vivo sola, lejos de mi familia y fuera de mi país. Me hace madurar, a valorar y ser disciplinada”; concluyó.