COSTA RICA -- Costa Rica es el país de Latinoamérica donde mueren menos personas por el COVID-19, un esfuerzo titánico del Gobierno de la República guiado por el Ministerio de Salud que ubican a la nación centroamericana como un ejemplo a nivel mundial.
A hoy en Costa Rica, se han confirmado 733 casos positivos del COVID-19, de los cuales 372 están recuperados y 355 permanecen activos. Por primera vez desde el ingreso de la enfermedad a la nación, hay más personas recuperadas que con el virus adentro de su organismo. El país tiene una letalidad del 0.8%, con seis muertes registradas.
El buen manejo de la pandemia ha salpicado al fútbol de Costa Rica. El balompié tuvo que ser detenido a mediados de marzo pues los casos confirmados en el país por el COVID-19 aumentaban y la crisis sanitaria se agudizaba.
43 días después que el fútbol de Costa Rica fue suspendido, los entrenamientos en el país regresaron bajo un estricto control que debía ir de la mano a un protocolo sanitario efectuado por representantes de clubes de Primera División y avalado por los ministros de Salud y Deportes, Daniel Salas y Hernán Solano, respectivamente.
Fuentes cercanas a ESPN han indicado que la propuesta de los representantes de los equipos de Primera División es entrenar a partir del 11 de mayo con el grupo completo y reiniciar el torneo el fin de semana del 16 – 17 de ese mismo mes, sin embargo, todo depende de la autorización del Ministerio de Salud.
Antes del parón por el COVID-19, en Costa Rica la tabla del Clausura 2020 la lideraba el Deportivo Saprissa contabilizando 33 puntos en 15 cotejos tramitados, cuatro puntos por encima de su próximo perseguidor, Liga Deportiva Alajuelense que suma 29 unidades.
Únicos en Centroamérica
Cabe resaltar que Costa Rica es el único país en Centroamérica que ha regresado a los entrenamientos después del parón del COVID-19; diferente a Nicaragua, donde su liga profesional de fútbol no se detuvo y se continúa con la participación de los clubes semanalmente con la diferencia que los encuentros se disputan a puerta cerrada.
Panamá fue el primer país de Centroamérica en declarar desierto el torneo, caso similar al de Honduras donde no hubo campeón ni descendido y a mediados de junio habrá una reunión entre representantes de clubes para determinar posibles fechas de inicio para el siguiente certamen, mismo que podría arrancar tentativamente en agosto.
En Guatemala, la FEDEFUT puso como fecha límite el 23 de mayo para que el fútbol chapín se pueda reanudar, de lo contrario decretará la cancelación del torneo nacional, no se proclamará campeón ni tampoco habrá descensos.
Mientras que en El Salvador, la confusión rodea a los cuscatlecos, pues el 19 de marzo se decidió que 11 Deportivo, equipo que terminó líder en las once jornadas disputadas, fuese campeón de Primera División, además que Jocoro FC, último lugar en la tabla acumulada en Liga Mayor, jugara un repechaje contra Platense, campeón del Apertura 2019 de Segunda División, para decidir si había descenso y ascenso, situación que la FESFUT decidió cambiar el 29 de abril y declaró que el Clausura 2020 se queda desierto, sin campeón, sin descensos y ascensos.
En Belice desde mediados de marzo se decidió suspender en su totalidad los eventos deportivos con presencia de público, aún no se conoce con exactitud el reinicio del fútbol profesional, además de las diferentes disciplinas que se practican en el país centroamericano.
De concretarse el regreso del fútbol en cualquier país centroamericanos, los torneos deben haber terminado a más tardar el 28 de junio, fecha límite establecida por Concacaf para que acaben las competiciones domésticas.