Su futbol no tiene misterio: control, recorte y tiro a gol. Puede repetir la fórmula las veces que sean necesarias, que los rivales no atinarán a aprendérsela.
Pedri es la sencillez hecha futbolista, un homenaje a los conceptos básicos del juego ejecutados de forma magistral. Recepción perfecta, orientación, pase al pie, pausa, finta y disparo. No hay un elemento del que adolezca, al contrario, resulta complejo identificar cuál plasma de mejor manera.
El gol ante el Sevilla es un portento de recursos: Controla con derecha la diagonal de Dembélé y se cambia el balón a la izquierda para con ese perfil hacer el primer recorte en el que deja sembrados a dos rivales; vuelve a su mejor pierna, segunda finta para eliminar a otro zaguero y tiro impecable pegado al poste diestro del arquero Bono.
“Siempre que veo una pierna enfrente recorto… y chuto”, resumió al término del partido con la misma sencillez que transmitió al concebir una anotación que solo está al alcance de los genios. Y él es uno de ellos, a los 19 años. Un niño genio.
Se le ha comparado con Andrés Iniesta, uno de sus ídolos, y ahora con frecuencia comienza a leerse o escucharse que hace goles ‘a lo Messi’. Lo cierto es que con la edad y el talento que tiene forjará su propia leyenda, la de Pedri, aunque bien podría llamársele don Pedro González López.
Es un futbolista de pies a cabeza que entiende y le da sentido al juego con la madurez propia de un adulto y el descaro único del prodigio.
¡Qué fortuna la del Barça y la de España! Este chaval es el nuevo número ‘10’ —aunque use el 16— del futbol mundial, una de esas joyas que aparecen cada 20 o 30 años para tomar el sitio de las leyendas que se marcharon o van de salida.
Así que, por favor, si en España ya le dieron la ‘10’, el FC Barcelona no debe demorar mucho en hacer lo propio. Si alguien honrará a Messi con cabalidad es este niño genio.