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Barcelona: Del llanto de Messi a la magia de Xavi

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¡Paseo en el Bernabéu! Barcelona blanquea 4-0 al Real Madrid (5:09)

El club catalán mostró su mejor versión y arrolló a un irreconocible Real Madrid. El equipo culé goleó 4-0 a los merengues, gracias a los goles de Pierre-Emerick Aubameyang, en dos ocasiones, Ronald Araujo y Ferran Torres. (5:09)

En cuatro meses, con cuatro refuerzos y sin Messi, Xavi sepultó el mediocre discurso de Ronald Koeman en el sentido de que el FC Barcelona no daba para más.

Todo el mundo, salvo el presidente Joan Laporta, tenía claro que el que no daba para más desde que terminó la temporada pasada era el holandés, que más allá de los fracasos en lo deportivo (solo ganó la Copa del Rey, con mucha fortuna y un Messi superlativo), el equipo estaba absolutamente extraviado, sin una idea de juego, sin filosofía, sin alma, sin rumbo...

Con todo y eso Laporta se atrevió a ratificar a Koeman, desdeñando el clamor unánime que apuntaba al regreso de Xavi, debido a que el técnico fue la punta de lanza en el proyecto del que fue su rival en las elecciones para la presidencia, Víctor Font.

A la fecha ese grave error del directivo pesa, porque queda claro que hoy el Barça estaría en plena pelea por LaLiga, y su destino en Champions y Copa del Rey pudo ser otro en caso de que Xavi hubiese arrancado la campaña al mando del club.

Cuando el desastre no pudo ser mayor, Laporta tuvo que ceder y ahora sí, tras despedir a Koeman, en noviembre pasado concretó un complicado fichaje de Xavi, que en tan solo 134 días le ha cambiado la cara al Barcelona, le ha devuelto el ADN, y de nueva cuenta es un equipo de respeto, que puede jugar bien o mal, ganar o perder, pero bajo un sello reconocible y un código postal irrenunciable.

La resurrección azulgrana no ha estado exenta de dolor, pues ya con Xavi al frente se fracasó en la Liga de Campeones al no superar la Fase de Grupos por primera vez en 20 años; quedó fuera de la Copa en Octavos de Final, y en la Supercopa de España fue eliminado por el Real Madrid.

Sin embargo, con todo y el peso de los tropiezos, los síntomas del ‘nuevo Barça’ eran alentadores. El técnico pasó del discurso a los hechos y su idea comenzó a permear en el plantel.

A fuerza de confianza, convencimiento y sobre todo trabajo, Xavi ha recuperado a jugadores que arrastraban el nombre: Gerard Piqué, Jordi Alba, Marc-André Ter Stegen y Frenkie de Jong, por mencionar a cuatro que han sido fundamentales en la reconversión.

Desde el día uno dejó en claro que las formas no son negociables y el Barcelona no apuesta a ganar como sea tal como sucedía con Koeman, que tras marcar un gol de inmediato se tiraba a defender la ventaja.

Y hoy, con la euforia del 0-4 al Madrid en el Santiago Bernabéu se podría decir con ligereza que a Xavi le reforzaron al equipo con Dani Alves, Adama Traoré, Pierre-Emerick Aubameyang y Ferran Torres, y en gran medida gracias a estos fichajes llegó el repunte.

Sin embargo, valga recordar que Koeman tuvo a Messi y a Griezmann, y a prácticamente el mismo plantel, y poco y nada hizo, salvo depender del argentino que en su temporada del adiós —sin saberlo— de nuevo acaparó los mejores registros en cuanto a goles y asistencias, aunque solo alcanzó para ganar la Copa del Rey, tras otra escandalosa eliminación de Champions, y perdiendo LaLiga por planteamientos inexplicables del entrenador.

No había otro camino, era Xavi o Xavi, y con mayor razón en el primer año sin Messi… Solo una leyenda podía hacer menos dolorosa —y notable— la ausencia de otra leyenda.