BARCELONA -- Pep Guardiola participó este lunes en un torneo de golf en Mallorca, donde coincidió entre otros con Ronald Koeman, y en una breve charla con los medios de comunicación aconsejó al Barcelona “tranquilidad” por la actual situación deportiva y económica que atraviesa el club azulgrana.
El entrenador del Manchester City, que poco menos descartó que el Barça pueda fichar a su mediocampista Bernardo Silva, también puso en duda la posible incorporación de Robert Lewandowski.
“No sé si con su situación económica (el Barça) se lo puede permitir y no sé si el Bayern le dejará”, reveló Guardiola al ser preguntado por el delantero polaco, al que tuvo a sus ordenes durante tres temporadas en Alemania y de quien no ahorró, escuetamente, elogios: “Su carrera habla por sí sola… Hablamos de Lewandowski, que se adaptaría a cualquier sitio”, explicó, desmarcándose del tema inmediatamente: “No sé si fichará, no tengo ni idea… Yo ya tengo otros problemas”.
Más claro fue al referirse a la actualidad del Barcelona al que, una década después de su marcha sigue desde la distancia y al que aconsejó “tranquilidad” para encarar su complicada situación actual.
“Yo espero que todo le vaya bien pero con la situación que tiene no puede hacer grandes cosas” explicó el técnico catalán, argumentando que no siempre se puede estar en el primer plano. “Hay momentos en la historia, y todo el mundo tiene que aceptarlo, en que la situación es la que es… Y a veces ir con perfil bajo ayudará a subir más rápido” solventó.
“Las expectativas, por la situación que es, no por falta de calidad de los técnicos, los jugadores o la junta directiva... La percepción que tengo es buena, pero se tiene que ir con tranquilidad. Todos saben que si la situación no es buena no puedes lanzarte a hacer grandes fichajes” sintetizó Guardiola, advirtiendo que es momento de pensar con calma y sin grandes expectativas: “Ahora hay que pensar en ganar el siguiente partido y no hablar de grandes citas”.
También fue preguntado por la posibilidad de que el club azulgrana pudiera fichar a Bernardo Silva en caso de decidir la venta de Frenkie de Jong. Ahí Pep, sonriente, no dijo apenas nada, pero su “me parece que lo tiene difícil” fue suficiente para entender que el fichaje del mediocampista portugués (indiscutible en sus planes) es una quimera para el Barça.