La Junta directiva del Barcelona sacó adelante, con un apoyo abrumador, la Asamblea Extraordinaria de Compromisarios en la que solicitó el permiso para vender, “con derecho a recompra” según apuntó Joan Laporta, un máximo del 49.9 por ciento de la sociedad BLM y la cesión de un 25 por ciento de los derechos audiovisuales por un plazo máximo de 25 años.
A partir de aquí, el club azulgrana espera ingresar cerca de 700 millones de euros y con ello comenzar a sanear sus cuentas. Además de recuperar el músculo para acudir al mercado de verano, reforzar la plantilla con los fichajes necesarios, empezando por el de Robert Lewandowski y, como proclamó Laporta, “volver a colocar al Barça en el primer plano”.
“Necesitamos unos 600 millones de euros para recuperar el club” resumió el presidente azulgrana durante una estudiada intervención en la que mezcló el entusiasmo por la salud social del Barça (“el club está muy vivo y eso lo comprobamos en el interés que despertamos en los inversores”) con la gravedad por la situación económica. “Hemos dado pérdidas durante los últimos tres años y debemos recuperarnos lo antes posible” sentenció.
Las dos votaciones las ganó de forma holgada la junta, la primera con 568 votos positivos y 65 negativos de un total de 671 participantes y la segunda con 494 votos a favor y 62 en contra de un total de 586 participantes.
En la que fue segunda Asamblea telemática en la historia del club, de un total de 4 mil 478 socios compromisarios citados, apenas se acreditaron 830 (636 al comienzo de la asamblea), lo que significó un 18,5 por ciento de los citados y que representaron solamente a un 0,59 por ciento del total de socios del Barcelona… A la hora de las votaciones el número de participantes fue aún menor.
“Siempre se pondrá a la venta un porcentaje minoritario y siempre, siempre, se hará con un derecho a recompra porque queremos seguir teniendo el control del club. El club, siempre, será propiedad de los socios” proclamó Laporta, avisando del “difícil momento” que vive la entidad, haciendo un símil con “un coche de Fórmula 1 que no tenía gasolina y con el motor gripado cuando llegamos a la dirección”.
El presidente explicó que la venta (con derecho a recompra) del 49.9 por ciento de BLM reportará al club "entre 200 y 300 millones de euros" y cifró en "un mínimo de 200 millones" por cada 10 por ciento de los derechos de televisión que se cedieran, anunciando que rechazó una oferta de un billón de euros por la adquisición del 100 por ciento de los derechos de televisión “porque queremos seguir, y seguiremos, manteniendo el control del club”.
El Barcelona, pudo saber ESPN Deportes de fuentes del propio club, tiene sobre la mesa una propuesta del holding formado por las compañías Fanatics e Investindustrial por valor de 275 millones de euros. En una negociación para nada cerrada por cuanto el holding pretende incluir los ingresos de procedentes por ventas de Nike, algo a lo que se niega el Barcelona.
“Si los compromisarios nos dan confianza, volveremos a tener fondos positivos, devolveremos la deuda de una forma razonable y podremos hacer las inversiones necesarias para que nuestros equipos sean más competitivos” sentenció, proclamando que en la situación actual “hubiéramos podido pedir una derrama a los socios pero eso no lo vamos a hacer porque no tienen la culpa de la situación en que se encuentra el club”.
“Les pedimos a los compromisarios que nos den confianza. Necesitamos hacer todo esto porque llevamos tres años con pérdidas y con estas operaciones ya daremos beneficios esta temporada... Hay que revertir la situación económica en el mínimo tiempo posible” sentenció el presidente, recordando que a pesar de la situación actual el Barcelona “está vivo y tiene un enorme poder para atraer capital. Lo hemos visto... Y todo eso lo podemos hacer sin perder nuestra independencia en cuanto al modelo de propiedad”.
“Aquí siempre hay un objetivo prioritario y es que el club siga siendo propiedad de los socios” reveló el mandatario, asegurando que bajo su presidencia “el Barcelona nunca, jamás, será una SAD”.
Las críticas, que existieron, por permitir unas ventas de las que ni se conocen los compradores ni las condiciones económicas, no evitaron que la directiva de Joan Laporta ganase por goleada y sacase adelante todos sus postulados. A partir de aquí queda la urgencia por cerrar estas operaciones que deben devolver el músculo financiero que necesita el Barcelona para empezar a sanear sus cuentas… Y acudir al mercado con renovada fuerza.