El defensa uruguayo Gastón Álvarez llegó al Getafe en el mercado de invierno de la temporada pasada cedido hasta junio de 2023 con una opción de compra. Desde su presentación, un 7 de febrero de 2022, hasta su debut este domingo ante el Villarreal, no disputó ni un sólo minuto de los 18 partidos oficiales de su equipo. En silencio, durante siete meses, esperó su momento. Y lo aprovechó.
Frente al conjunto castellonense, fue, junto al arquero David Soria, el mejor del conjunto azulón, que jugó con fuego y estuvo a punto de quedarse sin puntos por tercera jornada consecutiva. El central charrúa cambió su posición para colocarse en el lateral izquierdo, un lugar que no es desconocido para él, y cumplió hasta recibir el aplauso de su segundo entrenador, Antonio Díaz Carlavilla.
"Creo que ha estado muy correcto. Ha trabajado contra dos adversarios realmente muy buenos. A uno lo han cambiado y el otro prácticamente no ha tenido incidencia en el juego. Son muy buenas noticias para nosotros y nos alegramos muchísimo de que un chico como él, que lleva un año con nosotros, haya tenido la paciencia y el trabajo para en el momento adecuado dar un buen rendimiento", dijo Carlavilla en rueda de prensa.
MESES DE DURA COMPETENCIA
Pero, ¿por qué no jugó antes Gastón Álvarez? La respuesta es muy sencilla: la competencia en su posición natural, es durísima. Cuando llegó al Getafe, la pasada temporada, Quique Sánchez Flores tenía automatizado un sistema con tres centrales inamovibles: Jorge Cuenca, Djené Dakonam y Stefan Mitrovic. Y, en el lateral izquierdo, había un hombre fijo: Mathías Olivera.
Cuando alguno los cuatro estaba lesionado o sancionado, Quique apostó por otras opciones antes que por Gastón Álvarez. En el caso del centro de la defensa, el turco Okay Yukuslu era el elegido. Y, si el ausente era Olivera, el checo Jakub Jankto ocupaba su hueco.
Finalizada la temporada, Olivera se marchó al Nápoli y Jankto al Sparta Praga. Además, otro lateral zurdo, Jonathan Silva, hizo las maletas para irse al Málaga. También desaparecieron de la ecuación Okay y Jorge Cuenca, que regresaron al Celta y al Villarreal, respectivamente, tras cumplir sus cesiones.
En el capítulo de llegadas, apareció el central Domingos Duarte, ya asentado en el once titular de Quique Sánchez Flores. Primero, junto a Djené y Mitrovic en el 5-3-2 que propuso el técnico del Getafe en sus dos primeros partidos. Y, después, ante el Villarreal, ya con un 4-4-2, al lado del jugador togolés. Y, para reforzar el lateral izquierdo de la zaga, la entidad azulona sólo fichó al argentino Fabrizio Angileri.
LA SANCIÓN DE ANGILERI, LLAVE PARA LA TITULARIDAD DE GASTÓN
Precisamente, el ex de River Plate fue la clave para que Gastón Álvarez encontrara su hueco en el once de Quique. Su expulsión la pasada jornada en Girona dejó un vacío tremendo en el lateral izquierdo de la defensa del Getafe y Quique tenía una opción natural para sustituirlo, pero procedía de la cantera y era un riesgo. Podría haber apostado por Koffi, pero finalmente miró hacia otro lado y decidió dar una oportunidad a Gastón Álvarez.
La jugada le salió perfecta. Gastón se arremangó y decidió que por su zona iba a ser un muro de contención. Por allí, no iba a pasar nadie. Y lo consiguió. Primero, frenó en seco a Yéremi Pino, que por culpa del uruguayo firmó su peor encuentro de la temporada. El habilidoso extremo, chocó una y otra vez contra la intensidad de Gastón Álvarez, que no cedió ni un milímetro de terreno.
Después, como recordó Carlavilla, el sustituto de Yéremi Pino, Nicolas Jackson, también se encontró con la roca charrúa. Saltó al césped en el minuto 58 y Gastón Álvarez consiguió que pasara absolutamente desapercibido. Al final, el Villarreal recurrió al otro costado para generar peligro. Entre Alfonso Pedraza y Álex Baena, hicieron un roto en la zona derecha del Getafe.
Por ahí, llegaron casi todas las oportunidades que desbarató David Soria con sus tapadas. El Villarreal tuvo que cargar casi todas sus jugadas peligrosas por su banda izquierda por culpa de Gastón Álvarez, que hasta este domingo sólo había sumado minutos en un partido amistoso este verano ante el Preston inglés, que recibió dos goles del uruguayo.
Y es que el ex Defensor Sporting y Boston River ya había mostrado sus intenciones durante su presentación oficial con el Getafe: "Mi objetivo es aprender y escuchar de todos y estar listo para mi entrenador cuando me dé la oportunidad. Tengo que demostrarle cosas al entrenador. Está complicado, hay mucha competencia en el grupo", dijo.
Siete meses después de aquellas declaraciones, Gastón Álvarez consiguió su premio. Inédito en 18 partidos, casi un desconocido para muchos, apareció de la nada para firmar un encuentro impecable. Jamás alzó la voz, no protestó y durante meses su único objetivo fue entrenarse duro para ganarse una oportunidad. Al final, su trabajo dio frutos y su triunfo es el triunfo desde el silencio. Gastón ya no es un desconocido.