El defensa uruguayo Gastón Álvarez, sin protagonismo la pasada temporada, se convirtió en una pieza importante para Quique Sánchez Flores en el Getafe, al que con paciencia y trabajo silencioso ha logrado convencerlo de sus cualidades.
Gastón, de 22 años, llegó al Getafe en el mercado de invierno europeo del curso pasado cedido hasta junio de 2023 con una opción de compra. Desde su presentación, un 7 de febrero de 2022, hasta su debut, el 28 de agosto, pasaron seis meses y medio y dieciocho partidos oficiales.
Durante ese tiempo esperó su momento con paciencia. La pasada temporada la pasó inédito y en la presente, en las dos primeras jornadas, las comenzó en el banco sin jugar. En la tercera le llegó la oportunidad. El argentino Fabrizio Angileri no pudo jugar por sanción y, sin un recambio natural, con el mercado de verano abierto y en busca de un lateral zurdo que le hiciera competencia, Quique tuvo que buscar soluciones.
El técnico madrileño apostó por Gastón como lateral izquierdo reconvertido y el uruguayo cumplió pese a ser su debut en España, en una posición que no era la suya y en un momento delicado a nivel de grupo al haber empezado con dos derrotas seguidas el equipo.
Su rendimiento tuvo premio y, aunque el siguiente partido lo empezó como suplente ante el Valencia, la lesión de Djené le volvió a dar la oportunidad de disputar minutos jugando toda la segunda parte. Pese al marcador adverso fue uno de los mejores y anotó el único tanto del Getafe.
Desde entonces, frente a la Real Sociedad y Osasuna, volvió a jugar, en ambas ocasiones de titular, y ya como central. El resultado dos partidos sobresalientes y un nuevo gol que le han convertido en protagonista y en un jugador que con su trabajo se ha reivindicado ante su técnico.
La pregunta que le ronda al hincha azulón es por qué no ha jugado antes el uruguayo, sobre todo en los momentos complicados de la pasada temporada.
La respuesta se encuentra en que la competencia en su posición natural es muy grande. Cuando llegó al Getafe, la pasada temporada, Quique Sánchez Flores tenía automatizado un sistema con tres centrales inamovibles: Jorge Cuenca, Djené Dakonam y Stefan Mitrovic. Y, en el lateral izquierdo, su compatriota Mathías Olivera era un fijo.
Cuando alguno los cuatro estaba lesionado o sancionado, Quique apostó por otras opciones antes que por Gastón Álvarez. En el caso del centro de la defensa, el turco Okay Yukuslu era el elegido. Y, si el ausente era Olivera, el checo Jakub Jankto ocupaba su hueco.
Finalizado el curso, Olivera se marchó al Napoli y Jankto al Sparta Praga. Además, otro lateral zurdo, Jonathan Silva, se fue al Málaga. También desaparecieron Okay y Jorge Cuenca, que regresaron al Celta y al Villarreal, respectivamente, tras cumplir sus préstamos.
Para la presente temporada, el club fichó al central portugués Domingos Duarte y, para reforzar el lateral izquierdo de la zaga, la entidad azulona fichó a Angileri primero y, en los últimos compases del mercado de verano, al francés Jordan Amavi.
"Mi objetivo es aprender, escuchar de todos y estar listo para mi entrenador cuando me dé la oportunidad. Tengo que demostrarle cosas y sé que está complicado porque hay mucha competencia en el grupo", dijo el exjugador de Defensor Sporting y Boston River al llegar a Getafe.
Su momento ha llegado y lo está aprovechando. Tras el mal inicio de campeonato del Getafe, su irrupción en el equipo a partir de la tercera jornada está siendo refrendado con puntos y goles. Un descubrimiento para la hinchada y para su técnico, al que ha convencido como un refuerzo más con el que no contaba para la defensa.