Responsables de una de las mayores rivalidades del futbol mundial, Real y Barça tendrán un "maratón" de clásicos durante los próximos 34 días
El primero de los 'Clásicos' tuvo lugar este jueves en el Santiago Bernabéu, por la ida de las semifinales de la Copa del Rey.
Además de este partido, Real y Barça se enfrentarán por LaLiga el 19 de marzo, de nuevo en el Bernabéu, y luego disputarán la vuelta por las semifinales de la Copa del Rey el 5 de abril, esta vez en el Camp Nou.
La última vez que sucedió algo así fue en 2011 cuando Real Madrid y Barcelona jugaron cuatro clásicos en un lapso de 18 días. Además de la Copa del Rey, Real y Barça también se enfrentaron en LaLiga y la Champions League, en una época marcada por muchas historias.
Durante el período mencionado, José Mourinho, hoy en la Roma, era entrenador del equipo merengue, mientras que Pep Guardiola, comandante del Manchester City, estaba en el Barcelona. Ni que decir de las estrellas sobre el campo, como Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, los principales nombres de los gigantes españoles en ese momento.
Mou vs. Pep sobre el césped y en las ruedas de prensa
Así comenzó el maratón de clásicos de la temporada 2010/11 en LaLiga. El 16 de abril de 2011 en el Bernabéu, Real Madrid y Barcelona empataron 1-1 por la jornada 32, con goles de penal anotados por Messi y Cristiano Ronaldo. Con el resultado, los culés, que ya lideraban la competición, sólo ampliaron su ventaja de ocho puntos para el rival, que era segundo lugar, y se alzaron con el título al final de la campaña.
Cuatro días después en la Copa del Rey, los merengues ganaron 1-0 con gol en la prórroga de Cristiano Ronaldo, y que tuvo el visto bueno del juez de línea, ya que, en la puja, el astro portugués estaba en posición legal, pero generó dudas. Y los elogios de Guardiola al "ojo agudo" del árbitro crearon una gran confusión para los derbis posteriores.
En las semifinales de la Champions League de esa temporada, los dos colosos españoles tuvieron dos choques candentes en la competición europea. Y, antes del primer partido, disputado el 27 de abril en el Bernabéu, Mourinho disparó contra Guardiola por la Copa del Rey.
"Hemos empezado una nueva era. Hasta ahora teníamos dos grupos de entrenadores. Uno, muy pequeño, con entrenadores que no hablan de árbitros. Otro, muy grande y en el que me incluyo, que critica cuando se equivoca. Con las declaraciones de Pep entramos en una nueva era. Un nuevo grupo que solo lo tiene a él: quejarse del acierto del árbitro", dijo Mouriho, entonces un Guardiola irritado, no se contuvo y respondió horas después.
"Como el señor Mourinho habló de mí, también hablaré de él. Nos enfrentaremos en el campo. Aquí, él es el 'put... amo', el que más manda. Le doy su Champions, que juega fuera de la cancha. En la otra jugaremos. Ganaremos o perderemos, pero estamos muy orgullosos de lo que hacemos", declaró.
El Barcelona ganó 2-0 en Madrid con dos goles de Messi. En el duelo de vuelta en el Camp Nou, empataron con goles de Pedro y Marcelo, resultado que llevó a los culés a la final, derrotando al Manchester United y levantando la copa de la Champions.
Problemas en la selección de España
Además de la rivalidad entre Mourinho y Guardiola, el maratón de clásicos en 2011 también ayudó a calentar aún más el ambiente entre los propios jugadores de la selección española. Campeones de la Eurocopa en 2008 y del Mundial en 2010, el combinado ibérico tenía su base formada por jugadores de la Real y del Barça.
Entre ellos, Puyol, Piqué, Sergio Busquets, Xavi, Iniesta, Xabi Alonso, Sergio Ramos y Casillas. El ambiente en el campo entre los archirrivales rebasó los límites de las cuatro líneas y, cada vez que se presentaban a la selección, traían consigo las desamores en los clásicos disputados con sus clubes.
Tanto es así que era necesario apaciguar el ambiente tras bambalinas para que no se hubiera una crisis en la selección española. De hecho, Íker Casillas, portero del Real Madrid, entonces capitán de España, llamó a Xavi para limar asperezas.
"En la selección no me ahorré nada. Llamé a Xavi porque era mi deber y mi responsabilidad como capitán de la selección, porque veía que era lo que tenía que hacer. Porque represento a un país y defiendo una idea. Hablamos para cambiar lo que estaba pasando", dijo.
"No veía desde niño la imagen de un Barcelona vs Real Madrid como el que estábamos viviendo, y yo estaba ahí, fui protagonista de un error imperdonable, parte y responsable de lo que estaba pasando, siendo un protagonista, yo tomé la decisión".
Y todo acabó bien en la selección española. No en vano, en 2012, los españoles volvieron a ser campeones de la Eurocopa.